Después de cinco días en Sanxenxo, el Rey Juan Carlos se ha dejado ver por fin en el Club Náutico junto a su hija, la Infanta Elena comenzando sus entrenamientos de cara a las regatas que tendrán lugar este fin de semana, las últimas de su categoría.
Sonriente, relajado y encantado tras reencontrarse con un miembro de su tripulación al que ha saludado efusivamente, el Rey embarcaba en el ‘Bribón’ para su puesta a punto para el campeonato, que afronta con la misma energía que en sus últimas apariciones.
Horas más tarde, padre e hija han desembarcado en el club y se han mostrado de lo más felices tras este primer entrenamiento. Tanto es así que la Infanta Elena no ha dudado en hablar con los medios de comunicación que se encontraban en las inmediaciones y contestar a algunas preguntas clave.
Más habladora que nunca, la hija del emérito nos aseguraba que su padre está «muy bien» y, de lo más simpática, levantaba los hombros cuando le preguntábamos sobre cómo es competir con su padre.
Relajada ante las cámaras de la prensa, Doña Elena volvía a encoger sus hombros cuando le lanzábamos la pregunta sobre dónde pasará su padre las Navidades, desvelando así que no sabe si vendrá de nuevo a España para cenar en compañía de los suyos… eso sí, al escuchar el nombre de su hija y de ese posible nuevo amor, cerraba la puerta del vehículo para acabar con las preguntas.