Hace apenas dos semanas Lara Dibildos confirmaba su ruptura con Cándido Conde-Pumpido después de seis meses de intensa relación en los que el prestigioso abogado se convirtió en su mejor compañero y en su gran apoyo tras la muerte de su madre, Laura Valenzuela. «Ha sido de mutuo acuerdo, no hay terceras personas y siempre le estaré agradecida» confesaba la actriz, revelando que las dificultades en la convivencia -se fueron a vivir juntos después de verano- habría el motivo que les habría empujado a emprender caminos separados.
Y este fin de semana el hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, se ha convertido en noticia por su detención por presunta agresión sexual a una prostituta brasileña en su chalet del distrito madrileño de San Blas.
Tras varias horas en el calabozo, la jueza puso en libertad a Cándido este domingo al no dar credibilidad al testimonio de la joven, que en su denuncia argumentó que el abogado y dos amigos la habrían forzado a realizar determinadas prácticas sexuales no consentidas tras acudir al domicilio del ex de Lara Dibildos a hacer un servicio de carácter sexual.
Al parecer, las pruebas aportadas por Conde-Pumpido -cuya residencia posee un circuito cerrado de cámaras de seguridad- desmontaría la versión de esta mujer, a la que se vería tranquila en todo momento en el interior del domicilio y a la que ahora el abogado va a demandar por denuncia falsa.
Un asunto sobre el que Lara, que ha reaparecido visiblemente afectada, prefiere no hacer declaraciones: «Perdonadme, no voy a hablar nada. De verdad no puedo hablar» ha afirmado muy seria al abandonar su casa con una maleta, evitando revelar si ha podido hablar con Cándido y si le apoya en este delicado trance.
Poniendo tierra de por medio para huír de la presión mediática tras la detención de su expareja, la actriz se ha ido a rodar unos días un cortometraje a Palma de Mallorca con Carmen Morales; y ha sido a su llegada al aeropuerto cuando abatida, vestida completamente de negro y sin quitarse las gafas de sol en ningún momento, ha insistido en que es un tema tan complicado que no piensa dedir «absolutamente nada» al respecto. «Disculpadme, de verdad, sabéis que yo siempre os contesto, pero este tema no es cosa mía» ha zanjado.