La de Pablo Urdangarin no era una de las ausencias esperadas -ni sabidas de antemano- en la celebración privada del 18º cumpleaños de la Princesa Leonor. Todos pensábamos que el hijo de la Infanta Cristina se uniría al resto de su familia en un día tan importante para la Corona, dando por hecho que los únicos Borbones que no asistirían a la fiesta en el Palacio Real de El Pardo serían su hermano Juan Urdangarin -cuyos compromisos profesionales con la Fórmula E imposibilitarían su presencia- y su prima Victoria Federica de Marichalar, de viaje con amigos en Perú.
Sin embargo, Pablo no estuvo en la fiesta por la mayoría de edad de la Princesa de Asturias, y ya se sabe el motivo. Según han publicado diferentes medios, prefirió viajar a Múnich para visitar a su novia Johanna Zott -que está estudiando con una beca Erasmus en la ciudad alemana desde el mes de septiembre- en lugar de asistir con el resto de su familia a esta celebración histórica en la que sí estuvieron tanto su madre como sus hermanos Miguel e Irene Urdangarin.
Se ha perdido el cumpleaños de Leonor, pero no el de la Reina Sofía, que este jueves 2 de noviembre cumple 85 años y lo va a celebrar con un almuerzo familiar en el Palacio de la Zarzuela. Demostrando la especial relación que tiene con su abuela, y 24 horas después de su sonada ausencia en la fiesta de la heredera al trono, Pablo aterrizaba en Madrid este miércoles por la tarde.
Relajado, sonriente y tan educado como siempre, el segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha recorrido el aeropuerto madrileño a paso ligero sin revelar cómo se lo ha pasado en Múnich ni hacer ninguna declaración sobre su inesperada y sorprendente ausencia en la mayoría de edad de la Princesa de Asturias.
«Nada que decir gracias» ha afirmado cuando le hemos preguntado por la jura de la Constitución de Leonor, reconociendo a continuación estar «muy contento, muy contento» por lo bien que transcurrió todo en un día histórico para la Familia Real. «Muy contento, gracias» ha añadido, muy orgulloso de su prima, de quien no ha dudado en asegurar que iba «muy guapa» con el traje blanco que escogió en los actos institucionales de su mayoría de edad.
Sin perder la sonrisa en ningún momento, Pablo ha evitado pronunciarse sobre su ausencia, la de su hermano Juan Urdangarin y la de su prima Victoria Federica en un día tan especial para su familia: «No» se ha limitado a responder cuando le hemos preguntado si no quería hablar de este tema.
Quizás para no desatar suspicacias, el jugador de balonmano tampoco ha confirmado que su viaje a Madrid sea para asistir al 85º cumpleaños de la Reina Sofía, a la que está muy unido. «No tengo nada que decir, muchas gracias» ha asegurado, dejando en el aire si se quedará varios días en el palacio de La Zarzuela aprovechando su visita.
Dando muestras de su educación y su saber estar, Pablo ha aguantado con buen humor las preguntas y con un «es lo que hay» y un expresivo «¡qué va!» ha dejado claro que está acostumbrado y que la prensa no tiene por qué disculparse por sus preguntas, que ha esquivado con maestría y buena cara en todo momento. Eso sí, sobre la seriedad del Rey Juan Carlos en el cumpleaños de Leonor, y sobre la relación de su padre y Ainhoa Armentia, ni una palabra: «No tengo nada que decir».