Todavía existen muchos cabos sin atar que explicarían el motivo del supuesto asesinato y descuartizamiento de Daniel Sancho contra Edwin Arrieta, pero cada día se publican nuevos detalles sobre tan escabroso asunto que se sucedió este agosto en Tailandia. Y es que el mismo día en el que el joven chef iba al juzgado para conocer oficialmente los tres delitos de los que se le acusa y pueden llevarle a la pena de muerte -homicidio con premeditación, desmembramiento y ocultamiento del cadáver del cirujano colombiano de 44 años y sustracción de documentos por, supuestamente, haber robado el pasaporte de Edwin con el objetivo de ocultar la identidad de la víctima-, se han conocido, por fin, los datos definitivos de la autopsia al cuerpo sin vida de Edwin Arrieta, que han sido desvelados en nuestro país gracias a la labor de investigación del programa «Y ahora Sonsoles» en Antena 3.
Una autopsia que no explica la causa de la muerte
El magazine de Sonsoles Ónega ha accedido en exclusiva al documento oficial en el que se asegura que no se puede especificar a día de hoy la causa de su muerte y que tampoco se conoce con total precisión la fecha concreta de agosto ni la hora del fallecimiento, que podría moverse entre las 24 y 48 horas . Hasta ahora todo hacía indicar que el asesinato y descuartizamiento había sido realizado el 2 de agosto, según había confesado el hijo del intérprete de ‘Mar de plástico’.
Y esta falta de precisión en el momento de la muerte, podría beneficiar en gran medida al equipo legal que trabaja en la defensa del joven madrileño, pues sería factible introducir factores de duda razonable entre asesinato u homicidio involuntario.
El principal problema para la policía tailandesa es que no ha aparecido en ninguna parte el torso de médico colombiano, prueba con la que sí se podría determinar la causa de la muerte pero, que de momento, también favorece a la defensa de Daniel Sancho.
Los resultados de la autopsia difieren a los de agosto
El informe explica que los restos del cadáver deberían ser » examinados por más médicos forenses. Los cortes se hicieron con objetos punzantes. La policía encontró un resto de un hombre que era una cadera cuyas piernas habían sido amputadas y estaba cortada por la cintura. Así que solo quedaban la cadera y los genitales».
Y es que los datos de ahora se contradicen con los que publicó a mitad de agosto Surachate Hakparn, más conocido como Big Joke, el policía tailandés al cargo de esta investigación tan mediática, y cuya profesionalidad está en tela de juicio por diferentes casos de posible corrupción en el país oriental de los que se le acusa desde hace años. Estas fueron sus palabras textuales entonces: “Tenemos ya los resultados definitivos de la autopsia. Primero se pelearon, según las pruebas en el lugar (del crimen). Daniel le dio un puñetazo, luego el doctor (Arrieta) se cayó y se golpeó la cabeza contra el lavabo, pero no murió en ese momento, sino cuando Daniel Sancho comenzó a cortarle el cuello, según los forenses”.
Lo sorprendente es que los principales datos de la autopsia difieren de los ofrecidos por el supuesto policía corrupto en agosto. A la vista de los resultados de octubre de la autopsia, lo que dijo Big Joke no es verdad, o la autopsia preliminar no se hizo correctamente. No se puede especificar ni asegurar si fue degollado, falleció de un infarto previo al descuartizamiento o de una puñalada en las tripas, porque falta el torso. Un torso que no se busca con especial interés, porque para los jueces tailandeses, las compras hechas antes del crimen demuestran como el nieto de Sancho Gracia tenía más que planificado darle muerte, razón principal por la que se enfrenta a una condena que acabe con su vida.
Si el hijo de Silvia Bronchalo niega todo lo que confesó anteriormente, al no saberse a ciencia cierta el móvil del asesinato, en cualquier otro país tendría un mínimo de esperanza para poder defenderse. No pasa lo mismo en Tailandia, donde hay un código civil muy duro y completamente diferente. Y es que aquí, un policía como Big Joke puede ofrecer tranquilamente datos de una autopsia en agosto completamente diferentes de los que se determinan este mes de octubre.
Otro de los argumentos de la defensa es que no se habría evitado la contaminación de las pruebas, tal y como adelantó Marcos García Montes, cuyas declaraciones levantaron ampollas entre las autoridades tailandesas. De momento, habrá que esperar: la nueva cita de Daniel con el juez, previa al juicio en enero, se ha pospuesto al 13 de noviembre.