Miguel Bosé se ha sentado este viernes en el plató de ‘Vamos a ver más’ para promocionar su biopic ‘Bosé’ que se emitirá en Telecinco próximamente. No ha estado solo, han estado los dos personajes que le han interpretado, José Pastor e Iván Sánchez, y juntos han hablado con Joaquín Prat y Bibiana Fernández de la vida de este gran artista.
Tranquilo, el artista bromeaba con todas las veces que ha estado en España este último año, a pesar de lo que puede pensar la gente: «No sé cuánto tiempo cree la gente que paso en España, en principio solo vengo en verano, pero este año ha sido mucho el trasiego que he tenido y he venido muchas veces».
Sincerándose como nunca antes, Miguel ha explicado que «mi vida es trabajo, mucho en casa, proyectos que doy forma desde casa» por eso sus viajes a España no cesan y, además, tiene muchos compromisos sociales porque «tengo muchos amigos a los que les gusta mucho comer y me obligan a cocinar».
El artista ha comentado que el biopic «es exactamente lo que ha pasado» en su vida, pero con ficción por lo que se trata de «un producto que tiene que llegar al público, con lo cual se embellece mucho más y se dramatiza mucho más».
Y es que Miguel ha asegurado que «en el momento que decidas contar las cosas o las cuentas tal y como son o no lo haces», pero que «para hacer eso tienes que haber entrado en paz con los recuerdos, haberte perdonado tú y a tus padres porque si no, nunca serás capaz de contar las cosas íntegramente».
Feliz de este trabajo, el cantante ha confesado que «estoy muy agradecido al pasado, pero creo mucho al presente» y que los tiempos en los que le tocó desarrollarse como artista, no son los de ahora… por eso tuvo enfrentamientos directos con su padre por no ser lo que a él le hubiese gustado.
«En aquella España de machotes, los herederos querían ser igual de machotes que los papás» comentaba al tratar la escena que se muestra en el biopic cuando caza con su padre a una cierva embarazada: «Le dice a mi madre ‘si a este niño le gustan tanto los animales, ¿por qué no caza?».
Una vez más, Bosé ha explicado que ser hijo de dos grandes nunca ha sido fácil y lo comparaba también con la vida de Joaquín Prat: «Todos son pesos pesados, esas vidas son muy duras y difíciles», pero ha asegurado que «eran dos monstruos sagrados y además con competencia entre ellos y en aquella época a los hijos se les llevaba al salón para saludar a las visitas».