Mes y medio después del fallecimiento de su madre, Terelu Campos y Carmen Borrego están afrontando uno de los trances más duros a los que se enfrenta una persona tras la pérdida de un ser querido: recoger las pertenencias y enseres personales de María Teresa Campos para vaciar la casa en la presentadora vivió sus últimos años de vida.
Ha sido la revista ‘Semana’ la que ha mostrado las imágenes de la mudanza del ático de alquiler en el que la recordada comunicadora se instaló a finales de 2021 tras vender su mansión de Molino de la Hoz. Capitaneados por Carmen, diferentes operarios se han encargado de sacar de la vivienda diferentes muebles, antigüedades y objetos de gran valor que Teresa adquirió a lo largo de su carrera con «mucho cariño y esfuerzo» –como ha explicado su hija menor en ‘Vamos a ver’- que han sido trasladados a una conocida casa de subastas, donde se desconoce por el momento la fecha en la que saldrán a la venta para ser vendidos al mejor postor.
«Lo realmente duro fue hacer la mudanza de Molino de la Hoz. Mi madre se llevó al piso lo que ella quiso, pero en estos momentos nosotras tenemos nuestras casas montadas y no podemos meter los muebles por la puerta. Las cosas de valor sentimental de mi madre, las que realmente importan, las hemos repartido entre sus hijas, sus nietos e incluso hermanos» ha relatado Carmen, revelando que el paradero de parte de los muebles de su madre –los más especiales para la familia- será la residencia de Málaga de la icónica comunicadora, que se convirtió en el mejor refugio para Teresa y ahora es propiedad de las dos hermanas.
Sin embargo, la ‘urgencia’ con la que han vaciado el hogar de su progenitora ha llamado la atención a más de uno. ¿Por qué se han dado tanta prisa en empaquetar y ‘deshacerse’ de muchas de las cosas de la presentadora, que falleció el pasado 5 de septiembre?
Pues hay dos motivos de peso, como apunta ‘El Español’: el primero, vaciar la casa antes de que termine octubre para evitar pagar una nueva mensualidad de alquiler -que rondaría los 2500 euros- algo que no tendría ningún sentido porque supondría alargar el dolor de Terelu y Carmen, a las que afecta profundamente visitar la que fue la última residencia de su madre que, como confiesa la menor de las hermanas, todavía huele a ella.
Y el segundo y fundamental, porque el dueño del ático, que en un principio les dio tiempo ilimitado para vaciarlo, les ha pedido que lo dejen cuanto antes porque tiene un comprador interesado en adquirir la vivienda en la que María Teresa residió sus últimos años. Una oferta de compra que ha motivado que las hijas de la presentadora hayan acelerado el proceso y hayan hecho la mudanza en tiempo ‘record’.