Tamara Falcó se ha comprado un ático de lujo en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid que está situado a escasos metros de la mansión que tiene su madre. Pero ha tardado mucho tiempo en hacer la mudanza porque está dejando el domicilio perfecto y adaptándolo a sus necesidades. Este asunto ha generado mucho debate porque algunos consideran que la hija de Isabel Preysler es demasiado exigente. No obstante, ella prefiere no hacer declaraciones sobre este tema y centrarse en el precioso momento que está viviendo al lado de su nuevo marido.
6Sus palabras más personales
>Tratándose de un musical sobre su vida, Tamara no ha pasado por alto algo que la marcó especialmente y cambió profundamente su manera de vivir y de pensar: su conversión al cristianismo cuando tenía 27 años. «No fue una llamada como tal lo que sentí, sino que fue poco a poco. El verano que mi padre se separó por tercera vez, me fui con él al campo y compré la Biblia. Iba leyendo y las escrituras empezaron a tener sentido», ha explicado, reconociendo que Jesucristo «me cambió la vida» y descubrir y abrazar la fe es una de las mejores cosas que le ha pasado.