24 horas antes de la gala de la 43º edición de los Premios Princesa de Asturias, y como ya se ha convertido en una tradición, la Familia Real ha asistido al completo al concierto celebrado en el Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo en honor a los premiados, entre los que este año destaca la actriz estadounidense Meryl Streep.
Un acto muy especial en el que las grandes protagonistas fueron una vez más las hijas de los Reyes, a pesar de lo comentadísimo del look escogido por Doña Letizia, que quiso hacer un guiño en el Día Mundial contra el Cáncer de Mama luciendo un top en color rosa pastel. La Princesa Leonor, que reaparecía tras su destacadísimo papel en el Desfile de las Fuerzas Armadas y en el besamanos en el Palacio Real con motivo del Día de la Hispanidad -en el que lo más comentado fue su complicidad con uno de sus compañeros cadetes en la Academia Militar de Zaragoza- apostó por su parte por un diseño corto satinado en un sofisticado estampado en blanco y negro de H&M.
Y por último la Infanta Sofía, en su primera aparición tras comenzar sus estudios de Bachillerato en el UWC Atlantic College de Galles el pasado agosto, enamoraba con un mono de fiesta en azul noche con detalles en rosas en el pecho y aberturas cut-out en el abdomen de la firma sevillana Cardie Moda.
Pero al margen de por sus aplaudidos estilismos, con los que las mujeres de la Familia Real han vuelto a acertar de pleno -cada una en su estilo- si por algo ha llamado la atención su esperadísima reaparición ha sido por lo cómplices, cercanos y espontáneos que se han mostrado los monarcas y sus hijas durante el recital.
Si a su llegada fueron recibidos con ovaciones y aplausos, al término del ‘Con cierto sabor a paz’, -dirigido por Martyn Brabbins e interpretado por la soprano Verity Wingate y el barítono Paul Grant- al abandonar el Auditorio los Reyes y sus hijas se dieron un auténtico baño de masas.
El Rey Felipe y la Infanta Sofía en primer lugar, y la Reina Letizia y la Princesa Leonor a pocos metros de distancia, se han acercado a las decenas de personas que les aguardaban y, con la mejor de sus sonrisas y haciendo gala de su faceta más cercana, no han dudado en hacerse numerosos selfies, en dar la mano y en conversar amablemente con los ciudadanos que les vitoreaban y aplaudían emocionados.
Un momento en el que hemos visto a la Princesa de Asturias respondiendo a las preguntas de una señora y confesando, con naturalidad, que todavía no ha podido conocer a Meryl Streep, premio Princesa de las Artes: «Todavía no, pero la he visto» ha reconocido con una sonrisa.