Conocer las secuelas del cáncer de mama… de las que nadie habla

Esta enfermedad, por desgracia, no distingue de sexos ni edades y cada vez hay más mujeres jóvenes, en edad fértil, que la padecen. Algunos de los efectos secundarios que experimentan quienes se han sometido a un tratamiento oncológico son bien conocidos por todos, como la caída del cabello, pestañas y cejas o los cambios en la piel y uñas. Pero de lo que casi no se habla o muy poco es del impacto que pueden tener estos tratamientos en la zona íntima y, por lo tanto, en la sexualidad de las pacientes, con patologías que afectan al aparato urogenital, que lamentablemente sufre cambios profundos: sequedad vulvovaginal, prurito vulvar, sensación de escozor o quemazón al orinar, infecciones vaginales y urinarias recurrentes, urgencia urinaria, mala lubricación, vaginitis, atrofia vaginal, dolor en la penetración, disminución de la libido… es decir, signos y síntomas semejantes al síndrome genitourinario de la posmenopausia. Esta situación, supone para estas pacientes un impacto muy negativo en su autoestima, vida social e, indudablemente, en sus relaciones de pareja.

“Cualquier quimioterapia puede afectar, en general, a la piel, las mucosas, pero la que mayor incidencia tiene en la salud íntima es la del tratamiento del cáncer de mama”, explica el Dr. Jackie Calleja, director de la Clínica Bmum Madrid. ¿La razón? “Se debe a que los estrógenos, las hormonas femeninas de la mujer, son los que mantienen básicamente la hidratación. En el cáncer de mama, las pacientes al recibir tratamiento y fármacos antiestrogénicos, lo que hacen es disminuir los niveles de estrógenos, como parte de esa quimioterapia para combatir la enfermedad” explica este ginecólogo. En este mismo sentido el Dr. Pablo González Isaza, uroginecólogo y profesor de la Universidad de Barcelona añade “esa caída de los niveles de estrógenos repercuten en la mucosa vaginal, es decir, los síntomas que impactan son básicamente los derivados de la atrofia vaginal”. Ambos expertos han hecho estas declaraciones durante la celebración del 10º aniversario del tratamiento ginecológico MonaLisa Touch de Deka Láser.

En este encuentro, también ha participado la periodista Mariló Montero. “Yo tengo en mi entorno mujeres que han superado diferentes cánceres, incluido el de mama, y a mí nunca me han hablado de su sexualidad, ni de los problemas que han tenido de sequedad vaginal, de una menopausia adelantada… Mujeres que son jóvenes y, que tienen, por el tratamiento oncológico, todos los síntomas de una menopausia, como sofocos, sequedad, dolor en las relaciones sexuales. Se lo queden para ellas y no lo comparten. ¡Hay que decirlo!” ha afirmado Mariló Montero. 

Hasta la fecha, hay pocos datos sobre las patologías sexuales, después de padecer cáncer. Se estima que la atrofia vulvovaginal se presenta en el 70% de las pacientes que superaron un cáncer de mama, es decir, el 20% más con respecto a la población sana, como efecto colateral de las terapias oncológicas que con frecuencia incluyen también tratamientos farmacológicos endocrinos, responsables de la menopausia inducida. En el estudio presentado en el Annual Meeting of American Society for Radiation Oncology (ASTRO), en octubre de 2020, de 400 enfermas que habían sobrevivido al cáncer, el 87% reconocía que había experimentado efectos colaterales en su zona íntima. En este sentido, las pacientes que han superado un cáncer de mama y ya han recibido el alta de su oncólogo, pueden paliar los efectos de esta terapia para recuperar la funcionalidad de la zona vulvovaginal con el tratamiento MonaLisa Touch, pionero en la aplicación de un láser de CO₂ fraccionado en los tratamientos ginecoestéticos. Hoy, se ha convertido en el procedimiento número uno para la atrofia vulvovaginal, reconocido mundialmente, y del que se han beneficiado millones de mujeres. En concreto, en esta década, se han realizado cerca de 10 millones de tratamientos. Además, avalan su eficacia, las más de 85 publicaciones científicas, con las que este tratamiento ha logrado el reconocimiento de la comunidad científica internacional.

Este tratamiento logra restituir las condiciones óptimas de la piel vulvar y la mucosa vaginal. El procedimiento consiste en la aplicación de un innovador láser de CO₂ fraccional, que garantiza una eficaz y homogénea aplicación. Provoca una contracción inmediata de las paredes vaginales, favoreciendo la producción de colágeno nuevo y regenerando el ya existente, incrementa la vascularización sanguínea y permeabilidad de las mucosas, creando una verdadera regeneración vulvovaginal, que permite la recuperación de la funcionalidad, elasticidad y lubricación de la vagina. “En mi dilatada experiencia he podido constatar que MonaLisa Touch es el método más eficaz, mínimamente invasivo, y seguro para solventar los problemas y patologías que afectan a la salud íntima de la mujer y, además, con resultados científicamente comprobados” asegura el Dr. González Isaza, uroginecólogo. En esta misma línea, Mariló Montero sostiene que “cuando hay mujeres que han superado un cáncer de mama, y existen tratamientos que les ayuden a recuperar algo tan valioso e importante como la funcionalidad de su zona íntima, que les permite retomar sus relaciones sexuales, es el mejor revulsivo para su autoestima. ¡Es fundamental dar visibilidad a estos tratamientos!”, ha asegurado la periodista.

MonaLisa Touch se realiza en unos 5-10 minutos. Se requieren 3 sesiones, una al mes o cada 6 semanas y, después, se recomienda otra de recordatorio anual. “El procedimiento es ambulatorio, seguro, eficaz, mínimamente invasivo, no requiere anestesia y es indoloro, tanto durante como después del tratamiento”, explica el Dr. Jackie Calleja de la Clínica Bmum Madrid. Se recomienda no mantener relaciones sexuales con penetración vaginal en las 48 horas posteriores al tratamiento, así como no realizar ejercicio físico muy intenso, el mismo día de la sesión. Por lo demás, se puede incorporar inmediatamente a su rutina habitual, tras la sesión.

MonaLisa Touch está en algunos de los centros sanitarios y clínicas más prestigiosas del mundo. En España, entre otros muchos centros está: Clínica Universidad de Navarra (Pamplona); Hospital Ramon y Cajal (Madrid); Centro Médico Teknon (Barcelona); Clínica Bmum (Madrid); Hospital Nuestra Señora del Rosario (Madrid); Women’s Clínica Ginecológica (Barcelona).

Para más información o conocer los centros o clínicas que disponen de este tratamiento, en toda España se puede visitar su página web.

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