Ambos actores han potagonizado un divertido encuentro sin guión con motivo de la presencia de la oscarizada intérprete en Oviedo, Premio Princesa de Asturias de las Artes, para recibir el prestigioso galardón
Horas después de hacer gala de su espontaneidad bailando al ritmo de las gaitas a las puertas del hotel de La Reconquista en su recibimiento oficial en Oviedo con motivo de los Premios Princesa de Asturias, Meryl Streep ha protagonizado otro momento para el recuerdo. Y lo ha hecho con Antonio Banderas, con el que ha mantenido un encuentro muy especial en el que ha quedado de manifiesto su gran amistad y el cariño que se profesan.
Bajo el título ‘Sin guión. Encuentro con el público’, ambos actores han reflexionado sobre la impresionante trayectoria de la actriz estadounidense, flamante premio Princesa de las Artes, ante un abarrotado Palacio de Congresos de Oviedo que no ha dejado de aplaudir a su ídolo: «Me siento como Taylor Swift» ha bromeado una Meryl Streep que ha conquistado a los asturianos con su simpatía y su encanto.
Ejerciendo de anfitrión, un Antonio Banderas feliz de reencontrarse con su compañera y amiga en su tierra, de la que siempre ha presumido orgulloso en Hollywood. Entregado, el malagueño no ha dudado en recibir a la protagonista de ‘Mamma mia’ con una reverencia y una inmensa sonrisa, antes de darse un cariñoso abrazo y dos besos que reflejan su sintonía y su cariño después de más de 30 años de amistad.
La última vez que trabajaron juntos fue en 2019, cuando ambos protagonizaron la película de Netflix ‘The Laundromat: Dinero sucio’ en la que compartían papel con Gary Oldman y David Schwimmer. «Ella tiene 21 nominaciones y una. Solo me faltan 20» ha bromeado Banderas al inicio del acto, demostrando su gran admiración por la Dama de Hollywood.
Una charla relajada y distendida en la que Meryl Streep ha hablado de sus inicios en el mundo del cine, confesando que en un principio no tenía claro que quería ser actriz y tuvo «una relación de tira y afloja con la actuación». «Cuando era más joven pensaba que era más frívolo ser actriz, cuando fui más mayor entendí que no era solo vanidad, que había algo más ahí», ha asegurado.
Sobre la fama, reconoce que todavía es algo que hoy le «aterroriza». «Cuando llega te desborda como un tsunami. Tendría que estar acostumbrada ya, pero no lo estoy. Hay muchas personas que quieren ser actores por esa razón y yo nunca quise eso», ha explicado
Respecto a su relación con los premios ha destacado la importancia de recibir el Princesa de las Artes. «Este premio que me dan aquí es muy importante, por las personas que han recibido este premio, por hacer cosas reales», ha indicado, para añadir que su contribución no puede compararse con aspectos como la microbiología molecular, «aunque entiendo lo que muchas personas sienten cuando van al cine o al teatro».
«Estoy muy emocionada por estar acompañada de todas las personas que han recibido este premio», ha afirmado.
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