Después de varios meses despidiéndose paulatinamente de diferentes plazas que han sido importantes en sus 30 años de trayectoria, Manuel Díaz ‘El Cordobés’ ha dicho adiós a los ruedos este domingo en Jaén. Una corrida tan especial como significativa en la que, como no podía ser de otra manera, el torero ha estado arropado por su familia: su mujer Virginia Troconis, sus tres hijos -Alba, Manuel y Triana-, su hermano Chema y, demostrando la maravillosa relación que mantienen desde que se reconciliaron, su padre Manuel Benítez ‘El Cordobés’.
Protagonista en un momento tan importante en la vida de su hijo -con el que recupera los 54 años perdidos a pasos agigantados- el Califa de Córdoba fue el encargado de cortarle la coleta a Manuel, emocionando a todos los asistentes con un abrazo entre ambos ‘Cordobeses’ que hace un año era prácticamente impensable.
Tras la corrida, Manuel Benítez no dudó en acompañar a ‘El Cordobés’ en su último viaje en furgoneta con su cuadrilla de la plaza al hotel. Junto a ellos, Virginia y Triana, felices de ver la innegable química y complicidad que el veterano torero tiene con su hijo.
Un momento muy especial en el que Benítez demostró que a sus 87 años está en plena forma. Y es que a pesar de que necesitó la ayuda de Manuel para bajar del coche de cuadrilla, su pericia salvó a la reportera de un golpe seguro. A punto de caer de bruces tras sufrir un tropezón en la puerta del hotel, ‘El Cordobés’ padre la sujetó a tiempo, evitando así un gran golpe.
«¿Te das cuenta, si no te cojo? Tengo buenos brazos» ha apuntado sonriente, encantado con esta inesperada muestra de ‘heroísmo’ con la que ha puesto el broche de oro a un día inolvidable en el que ha podido cortar la coleta a su hijo.
A su lado, Manuel Díaz, que en sus primeras palabras tras su retirada y todavía vestido de luces, ha confesado que está «muy contento» de haber podido decir adiós a los ruedos arropado por toda su familia y, especialmente, por su padre.