Con motivo del mes de la concienciación sobre el cáncer de mama del 10 al 19 de octubre, el Espacio Cultura Serrería Belga ha acogido la exposición «10 emociones, 10 Rosas», organizada por Solán de Cabras y la Asociación Española Contra el Cáncer. Allí, hemos podido ver a Juan Avellaneda, quien nos ha hablado como nunca antes de su lucha contra el cáncer.
«Lo afronté bastante mal, no te voy a engañar» nos comentaba cuando le preguntábamos por cómo llevó el proceso de su lucha y aprovechaba para lanzar un mensaje ya que «siempre pensamos en según que tipos de cáncer, en mujer y al final yo creo que los hombres también tienen que estar un poco presentes y ser conscientes de que no es algo como lejano a ello sino que también puede pasar».
En cuanto a cómo se enteraron sus padres, el diseñador nos comentaba que «fue un shock» porque «no lo informé en casa y se enteraron al cabo de años que había sufrido esto por la prensa».
Como tantos otros, Juan decidió enfrentarse a este calvario en soledad y ahora, nos reconocía que le habría gustado tener acompañamiento cuando le detectaron el cáncer: «quizá me lo hubiera quedado también para mí pero lo habría gestionado porque pasar eso solo, no fue no fue fácil. Estaba todo el día obsesionado, de repente esas dos semanas me acuerdo que no escuchaba, estaba como en otro mundo, te saltabas muchísimas cosas».
Siempre tan natural y sincero ante los medios, Avellaneda nos explicaba que no ha sufrido consecuencias colaterales por el cáncer, ya que «todo me va muy bien, todo se levanta y todo funciona, puedes tener una pequeña afección, en mi caso por suerte no la tuve».
Después de años de este ‘bache’ en la salud, el diseñador nos confesaba que hace poco pensaba que había vuelto a recaer: «Hace unos meses empecé otra vez con dolores lo que pasa que ahora hemos hecho las revisiones y ahora parece que todo bien, pero es algo que sigue ahí».
Por último, le preguntábamos por Tamara Falcó e Íñigo Onieva y nos explicaba lo sorprendente que ha sido saber perdonar y olvidar: «Yo hablando con ella le decía: es muy fuerte porque tú has conseguido perdonar y ha aprendido porque yo a lo mejor no habría sido capaz, es de admirar. A veces es verdad que todos podemos cometer errores y que todo puede seguir adelante».
El diseñador está contento de que la pareja sea feliz porque «Al final se está demostrando que la pobre está ahí y que el amor está ahí, que es lo importante. Cada uno tú cuando quieres a una persona, al final hay cosas que perdonas» y dejaba claro que «lo importante es ser feliz y el resto, que opine lo que le dé la gana».