Un año y 9 meses después de su separación, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín han llegado a un acuerdo y será en las próximas semanas cuando firmen, ante notario y en Barcelona, su divorcio.
A pesar de que los ex duques de Palma intentan llevar el proceso con absoluta discreción, se han filtrado diferentes puntos del documento privado con el que disolverán formalmente su matrimonio.
Su única propiedad, un apartamento en Bidart, se repartirá al 50% porque la hermana de Felipe VI quiere seguir yendo a veranear al País Vasco francés con la que fuera su familia política, a la que está muy unida.
Todos los gastos relacionados con sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, serán asumidos por la Infanta Cristina, que además pasará una cantidad como pensión compensatoria a Iñaki -cuyos únicos ingresos son 463 euros mensuales en concepto de subsidio como preso en libertad- que se especula que podría estar entre los 3000 y los 5000 euros mensuales.
Un divorcio que también incluye una cláusula de confidencialidad para que ninguno hable sobre su relación y su ruptura, y sobre el que Pablo Urdangarín se ha pronunciado por primera vez ante los micrófonos de Europa Press durante la jornada de puertas abiertas del BM Fraikin Granollers, que este martes se enfrentará al Barça. «Sabéis que prefiero no responder a esas cosas y focalizarme en el balonmano» ha explicado incómodo, dejando claro que no va a hablar sobre el acuerdo al que han llegado sus padres.
Muy discreto, el hijo de la Infanta Cristina tampoco ha confirmado si estará presente en la celebración familiar de la mayoría de edad de su prima la Princesa Leonor el próximo 31 de octubre. Un acto de carácter privado que tendrá lugar en el Palacio de El Pardo, que supondrá el reencuentro del Rey Juan Carlos con el resto de la Familia Real, y sobre el que Pablo no ha querido dar ningún detalle: «Prefiero no hablar de temas personales gracias» se ha justificado.
Sin embargo, y tras revelar lo «contento» e «ilusionado» que está tras su reciente fichaje por el Granollers, el jugador de balonmano sí nos ha contado el consejo que le ha dado su padre en esta nueva etapa de su carrera: «Disfrutar, aprender y ayudar al equipo como puedas, y poco más. Al final jugamos para disfrutar y pasárnoslo bien».
«He crecido con mi apellido, no es algo que ganes a lo largo de tu vida. Entonces yo ya vivo acostumbrado desde pequeño y no es algo que me pese. Ya el año pasado en el Barça era un poco más difícil, pero me lo quité de encima y ahora bien. No me pongo límites. Llegaré hasta donde pueda en el mundo del balonmano y voy a trabajar para ello» reconoce ilusionado.
Pablo Urdangarín, su apasionado beso a Johanna Zott para celebrar su última victoria
Pablo Urdangarín ha encontrado en Johanna Zott no solo a su gran amor, sino también a su mayor fan. Fue la pasada primavera cuando salió a la luz la discreta relación que mantenían desde hace varios meses y, desde entonces, la pareja se ha vuelto inseparable y la joven catalana no se pierde ni uno de los partidos de su novio.
Tan consolidado está su noviazgo que Johanna suele animar a Pablo desde las gradas acompañada por su madre o, si la Infanta Cristina está en Barcelona, por su ‘suegra’, con la que se lleva a las mil maravillas.
Y así ha hecho en el último encuentro disputado por el Fraikin BM Granollers en su campo, donde la novia del sobrino de Felipe VI y su progenitora, de lo más sonrientes y habladoras con los familiares de otros jugadores, se han convertido en las mejores animadoras del equipo.
Un partido en el que Pablo ha destacado una vez más por su entrega y su talento, que ha terminado con victoria del Granollers y en el que el hijo de la Infanta Cristina nos ha dejado ver su lado más cariñoso con Johanna.
Ajenos al resto del mundo, la enamoradísima pareja ha celebrado los 3 puntos con risas, abrazos y un apasionado beso en los labios del que la ‘suegra’ de Pablo, muy risueña, no perdió detalle.