Tras la dura despedida de María Teresa Campos, la familia al completo se ha mostrado más unida que nunca. Después de unos días de muchas emociones y muestras de cariño por parte de amigos y familiares que se acercaron hasta el Tanatorio de La Paz para rendirle un sentido homenaje a María Teresa, sus hijas Carmen y Terelu incineraban a su madre en la más estricta intimidad este miércoles a primera hora de la mañana.
Tan solo unas horas después de este acto íntimo, parte de la familia se reunía en un conocido restaurante de la ciudad en el que pudieron charlar sobre los últimos acontecimientos. Mientras que Terelu Campos contó con el apoyo de muchos amigos entre los que estuvieron Kike Calleja y Raquel Abad, Carmen no se separó de su marido, José Carlos Bernal y su hija Carmen. José María Almoguera, hijo de Carmen, también ha acompañado a la familia, aunque siempre en un segundo plano manteniendo el distanciamiento con su madre.
Después de varias horas en el interior, veíamos salir a Carmen agarrada de la mano de su marido con el que compartía confidencias de camino al coche. De riguroso negro y visiblemente cansada, la menor de las Campos no podía disimular su tristeza tras haberle dado el último adiós a su madre.
También Terelu abandonaba el restaurante junto a su sobrina Carmen y una amiga. Con el rostro muy serio, la colaboradora de televisión no perdía de vista su teléfono móvil, atendiendo los miles de mensajes que ha recibido estos días y las llamadas de todos sus seres queridos.
No cabe duda de que el clan Campos está más unido que nunca en estos momentos en los que todos se enfrentan a la soledad tras perder a María Teresa, la mujer que les reunía a todos y hacía porque la buena sintonía brillara en su familia.