Tercer día de huelga de hambre para la madre de Luis Rubiales, Ángeles Bejar, que encerrada en la parroquia de la Divina Pastora de Motril se niega a ingerir ningún alimento y a salir de la iglesia hasta que Jennifer Hermoso «diga la verdad» sobre su beso con su hijo durante la celebración del Mundial femenino de fútbol, que tanto el expresidente de la RFEF como su familia sostienen que fue «consentido, espontáneo y de mutuo acuerdo».
La mujer, que tiene más de 70 años y padece del riñón y del corazón, no atiende a razones y permanece atrincherada en el templo, donde recibe la visita diaria de un médico para comprobar que su salud no corre peligro por su controvertida decisión para intentar ayudar a su hijo.
Una huelga de hambre con la que intentaría presionar a la futbolista para que cambie su versión sobre lo sucedido con Rubiales durante la celebración de la Copa del Mundo.
Este miércoles, la concuñada de Ángeles Béjar -que ha pasado la noche con ella- ha hablado ante las cámaras de ‘El programa de Ana Rosa’ y, además de contar cómo se encuentra y cómo está sobrellevando el encierro, ha desvelado qué le ha pedido Rubiales a su madre.
Si en los últimos días se ha asegurado que la mujer no dejaría de llorar y de rezar por su hijo, hoy su cuñada ha revelado además que está pendiente en todo momento de su teléfono, mirando continuamente qué se está diciendo en los diferentes medios de comunicación sobre su decisión.
«Tenemos de todo y estamos muy bien» ha explicado, confirmando que han dormido en la sacristía -después de pasar su primera noche en una silla les han hecho llegar un colchón- y que, a pesar del paso de las horas, Ángeles no cambia de opinión: «Solo bebe porque tiene que tomar la medicación, no come nada». «Está concienciada a quedarse, yo he intentado sacarla pero no hay forma» ha añadido.
Además, la cuñada ha desvelado qué le ha dicho Rubiales a su madre, confirmando que no está de acuerdo con la huelga de hambre que ha iniciado y que está preocupado por lo que le pueda pasar si se alarga esta situación. «Le ha dicho que vuelva a casa porque sino vamos a tener que llamar a una ambulancia para llevarla al hospital» ha asegurado.