Después de 83 días ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla tras sufrir un accidente a caballo en El Rocío el pasado 28 de mayo, Sergio Rico ha recibido el alta hospitalaria. Con muy buen aspecto -aunque la pérdida de peso es notable- y acompañado por su mujer, Alba Silva, el portero del París Saint Germain ha atendido a los medios de comunicación y muy emocionado ha agradecido el apoyo recibido tanto por él y como por su familia en este durísimo trance que, afortunadamente, ha quedado en un gran susto.
«Me encuentro bastante bien. El aneurisma está controlado pero hay que mantener unos meses mas de tranquilidad, de calma, de seguir recuperándome gracias a Dios en casa, después de tanto tiempo. Manteniendo la calma, todo controlado y siguiendo los pasos de los médicos que es lo más importante» han explicado el futbolista en sus primeras palabras tras abandonar el hospital.
Mientras su mujer no podía contener las lágrimas, un Sergio abrumado por la cantidad de medios que le esperaban a las puertas del centro médico -«gracias por estar aquí con este calor» ha afirmado- el sevillano ha agradecido a la prensa «el respeto que habéis tenido hacia toda mi familia», y al mundo del fútbol las constantes muestras de cariño desde que sufrió el accidente: «A mi club el País, al Sevilla, a los compañeros, jugadores que han estado ahí mandándonos ese apoyo. A todas esas personas que han quitado un minuto de tiempo para mandarme un mensaje de apoyo se agradece, y más en un caso así» ha reconocido.
Un emotivo agradecimiento que ha extendido al hospital Virgen del Rocío, destacando que tanto «los enfermeros, auxiliares, como los médicos, los cirujanos… Son unos profesionales como la copa de un pino, y a pesar de estar en el hospital nos hemos sentido como en casa en todo momento«. «Gracias por el esfuerzo y esa dedicación que han tenido conmigo y que lo hemos sentido día a día y es de agradecer» ha añadido.
Muy emocionado, Sergio ha revelado que no recuerda nada del accidente: «El cerebro dicen que es inteligente y borra este tipo de sucesos y ha sido un sueño. Me desperté en el hospital y gracias a Dios poder salir hoy me siento muy emocionado, muy feliz y dando gracias».
A su lado en todo momento, Alba, para la que ha tenido unas preciosas palabras. «Mi mujer, mi familia, todos. Pero mi mujer sobre todo ha pasado 20 horas diarias conmigo. Estoy muy agradecido porque sin el apoyo de ellos no hubiese sido posible» ha reconocido entre lágrimas.
Tras transmitir de nuevo el apoyo y el cariño que ha sentido por parte del mundo del fútbol en estos 83 días en lo que ha estado ingresado, Sergio se ha despedido de la prensa para poner rumbo por fin a su casa para proseguir su recuperación que, como ha explicado, se alargará unos meses más.