Isabel Preysler es una de las mujeres más relevantes en la alto sociedad española y de la televisión ya que desde hace varias décadas ha ocupado titulares y portadas de todas las revistas del corazón debido a su ajetreada vida en las fiestas donde asistía toda la aristocracia peros sobre todo por su historial amoroso y sus maridos que son Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer. Con todos ellos ha tenido una extensa familia que han continuado con su presencia en los medios, pero no hay que olvidar las historias que hay detrás de los distintos matrimonios y que además algunos de ellos llegaron a solaparse en el tiempo.
Isabel Preysler conoció a Miguel Boyer mientras estaba casada con el padre de Tamara, Carlos Falcó, marques de Griñón. Ambos se conocieron mientras estaban casados y aún así comenzaron una relación a escondidas pero al tiempo decidieron que la situación no podía continuar así y finalmente acabaron divorciándose cada uno de sus respectivas parejas.
El momento de presentar el divorcio lo llevó a cabo Isabel Preysler y para compensar el daño que le había ocasionado a Carlos Falcó decidió que una manera de compensarle fuese dándole una cantidad generosa de dinero, que además no le venía nada mal a Carlos Falcó. Y que además este acuerdo económico que ascendía a la cifra de los cuarenta millones de pesetas, a la hora de firmar el divorcio le permitió asegurar ciertas propiedades como el Palacio del Rincón.
Un matrimonio que duró poco tiempo debido a lo diferentes que era ambos a Carlos Falcó le gustaba estar en el campo y vivir tranquilamente a las afueras, mientras que a Isabel Preysler no le gustaba estar en el campo y además justo en ese momento la popularidad de Isabel estaba en lo más alto y cada vez recibía más invitaciones para asistir a fiestas y eventos. Por ese motivo Carlos Falcó nunca le impidió que asistiese a los eventos mientras él se pudiera quedar en casa.
Isabel Preysler salva el palacio del Rincón donde Tamara se ha podido casar
Isabel Preysler tras enamorarse de Miguel Boyer y apostar por tener un futuro con Miguel Boyer, pidió el divorcio a Carlos Falcó un hecho que le destrozó y que no se esperaba pero lo que tampoco se esperaba es que debido a la culpabilidad Isabel Preysler le dio un cheque de 40 millones de pesetas con el que se pudieron salvar varias propiedad que más tarde heredaron los hijos de Falcó.
Como el Palacio del Rincón, el cual, ha heredado ahora Tamara Falcó además del título de marquesa de Griñón y además es el lugar donde ha querido celebrar su boda. Un lugar especial ya que durante generaciones el lugar ha conseguido reunir a personalidades muy relevantes de la sociedad española además de la alta aristocracia, y así fue también la boda de Tamara.
Un lugar en el que Tamara además intentó sacarle más partido ya que tras su paso por Masterchef y estudiar «Cordon Bleau» decidió que su experiencia gastronómica le había gustado y quiso entrar de lleno en este mundo e incluso llegó a hacer todo lo posible por convertir el palacio en un restaurante en el que ella era la chef, pero finalmente el proyecto no pudo ver la luz.
La boda de Tamara Falcó en el palacio El Rincón tuvo muchos detalles pensados con anterioridad que hicieron que Carlos Falcó estuviera presente en la boda de su hija aunque hubiera fallecido. Algunos de estos detalles fueron el menú en el que sirvieron carne de ave debido a la afición al campo y la caza de su padre, la decoración de la mesa de estilo austriaco ya que a él le encantaba.
La relación de Isabel Preysler y el nuevo marqués de Griñón
Isabel Preysler al casarse con Carlos Falcó se convirtió en marquesa de Griñón aunque al divorciarse de Carlos Falcó perdió el título pero ahora lo ha heredado su hija Tamara y que al casarse con Iñigo Onieva él ahora también posee el título. Un hecho con el que Tamara además está encantada y que siente que ahora que Iñigo tiene el título como que ha pasado las responsabilidades de su padre a él.
La cuestión es que Isabel Preysler no estaría nada contenta con la elección de su hija como marido y como marqués de Griñón, debido a las infidelidades por parte de Iñigo Onieva y que han salido todas las veces a la luz, pero sobre todo se notó el descontento de Isabel durante los tres días que se celebró la boda, y que incluso Isabel no se hablaría con la familia de Iñigo ni con su madre.
Durante la boda Iñigo Onieva dio un discurso y en él pedía perdón a la familia de Tamara y habló de las infidelidades un hecho que a Isabel Preysler no le gustó nada y que entendió que ese no era el momento para hablarlo, al igual que vio muy fuera de lugar que se dirigiese a ella como «Isa».