Victoria Federica tuvo ayer un día de lo más ajetreado por un reportaje fotográfico que tuvo ayer en Madrid donde se reencontró con su amigo del alma, Roca Rey. En medio de constantes rumores de relación entre ellos, la hija de la Infanta Elena se dejó algo nerviosa antes de entrar en el Hotel Ritz y ver al torero.
A primera hora de la mañana, Victoria llegaba a su cita con un look de lo más cómodo con pantalón blanco y sudadera con capucha. Era la primera en aparece y como le sobraba tiempo, no dudó en peinarse en las inmediaciones del hotel para hacer su entrada más triunfal.
Muy cariñosa, saludaba con un abrazo a una amiga que salía a recibirla para entrar inmediatamente en el Hotel. Por su parte, Tomás y María también acudían a su cita cargados con varias perchas, bolsas y todo lo necesario para la sesión de fotos que iban a protagonizar.
Después de varias horas de trabajo, todo el equipo celebraba el éxito de la sesión con una comida en la que los protagonistas aprovechaban para charlar y ponerse al día antes de marcharse de vacaciones. Tras varias horas en el interior, los asistentes fueron abandonando el local escalonadamente siendo Victoria la única en salir por una puerta diferente.
Por su parte, Roca Rey y Tomás se despedían en la puerta principal con un abrazo de lo más cariñoso al que también se unía María. Muy atento con la prensa cuando le preguntaban por la relación entre sus dos amigos, Tomás aclaraba: «Amigos para siempre».
Revelando que este verano pasará la mayor parte de su tiempo en las plazas de toros, el torero aseguró que no había podido hablar con su amiga Victoria sobre el reciente cumpleaños de su hermano, Froilán.
Un encuentro de lo más especial porque la nieta del emérito se reencontró con amigos muy íntimos y juntos disfrutaron de un reportaje en el que las risas estuvieron aseguradas… pero no terminó así el día, ya que Victoria Federica se dejó ver horas más tarde en el AVE para viajar hasta Marbella y disfrutar de unos días de vacaciones. Por la noche, la joven asistió al concierto de Ludovico.
.
