A pesar de que el pasado noviembre, al llegar a un acuerdo de separación Shakira y Gerard Piqué ‘pactaron’ que sus hijos pasarían el 66% del periodo estival con su padre, su mudanza en abril a Miami ha hecho que se replanteen este convenio. Y aunque a partir de 2023 en principio Milan y Sasha pasarán dos tercios de sus vacaciones con el exfutbolista, este verano las cosas son muy diferentes y los niños pasarán 15 días con cada uno de sus progenitores para que el cambio sea más gradual y no estén demasiado tiempo sin ver a ninguno de los dos.
Y después de que la cantante no permitiese que sus hijos asistiesen a la boda del hermano de Gerard, Marc Piqué el 23 de junio, este 5 de julio Shakira hacía un viaje relámpago a Barcelona -antes de poner rumbo a París para acaparar todas las miradas en el desfile de Viktor & Rolf con una extravagante gabardina blanca con un enorme NO en relieve en la solapa- para que los pequeños se reencontrasen nuevamente con su padre y estuviesen dos semanas con él.
Desde entonces han pasado ya 9 días, en los que el presidente de la ‘Kings League’ ha disfrutado de Milan y Sasha alejado del foco mediático. Nada ha trascendido de los planes que han hecho este tiempo ni si han hecho alguna escapada a algún destino vacacional, aunque si hay algo claro es que en esos planes no ha estado incluida Clara Chía, ya que según el acuerdo al que llegó con la artista colombiana, sus hijos no conocerán a las respectivas parejas de sus padres hasta que sea una decisión consensuada entre ambos.
Pero a pesar de esta cláusula, Piqué sigue viendo a su novia siempre que tiene ocasión, aunque no en compañía de los niños. ¿Y dónde? En la empresa del exfutbolista, Kosmos, donde también trabaja la joven catalana, que estos días también ha pasado completamente desapercibida y no se ha dejado ver por Barcelona.
Su último encuentro, este jueves en su puesto de trabajo, ya que a pesar de estar volcado en Milan y Sasha, Gerard no descuida sus compromisos profesionales. Después de pasar la mañana con ellos y disfrutar de un almuerzo con sus padres, Joan Piqué y Montserrat Caballé, el ex de Shakira dejaba a los pequeños al cuidado de su orgullosa abuela antes de entrar en su empresa.
Pero antes, daba indicaciones a su madre -en el interior de su coche con los niños- desde el exterior del mismo antes de descubrir la presencia de las cámaras y, muy serio y con mirada de incredulidad, despedirse apresurado y darse media vuelta sin responder a ninguna pregunta para entrar rápidamente en Kosmos, donde al parecer se habría reencontrado con Clara.