Convertido en uno de los grandes fenómenos musicales del momento, Harry Styles pasa estos días por España con su ‘Love On Tour’, con paradas en Barcelona y en Madrid. Las entradas se agotaron en cuestión de minutos y la expectación era máxima para ver de nuevo al exlíder de ‘One direction’ en nuestro país. Y no defraudó.
El cantante británico, de 29 años, arrasó este miércoles con su concierto en el Estadio Olímpico Lluis Companys de la ciudad condal ante 50.000 fans enfervorecidos que no dejaron de corear sus grandes éxitos, como ‘As it was’ o ‘Let nignt talking’.
Y tras darlo todo sobre el escenario, Harry Styles ponía rumbo al aeropuerto de Barcelona para coger un avión privado rumbo a Madrid, donde aprovechará para recargar pilas este jueves -esperemos que nos regale alguna imagen haciendo turismo por la ciudad- antes de su segundo (y último) show en nuestro país, que tendrá lugar el viernes en el espacio Mad Cool, por donde han pasado en la última semana Robbie Williams, Liam Gallagher o Red Hot Chilli Peppers entre otros.
Rodeado de fans que intentaban conseguir una fotografía con su ídolo, se vivieron momentos de tensión en el aeropuerto por parte de sus guardaespaldas, que no dudaron en interponerse entre la prensa y Harry Styles apuntando a las cámaras con una linterna para deslumbrar.
Un momento en el que el exnovio de Olivia Wilde ha pedido calma a sus escoltas y, dando muestras de su cercanía ha atendido a sus fans, protagonizando un bonito gesto con un chico en silla de ruedas, al que se ha acercado con una sonrisa para firmarle un autógrafo.
Otros de sus incondicionales apostados en la terminal de privados del aeropuerto de Barcelona no han tenido la misma suerte y no han dudado en mostrar su enfado por no haber podido conseguir un selfie con el cantante.