Ahora sí, empieza la cuenta atrás para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que se celebrará este sábado 8 de julio en el palacio El Rincón. Mientras la pareja ultima los detalles finales del que promete convertirse en el día más feliz de sus vidas el padrino del enlace, Manolo Falcó -hermano mayor de la marquesa de Griñón- ha reaparecido en el último estreno del Teatro Real, la ópera ‘Turandot’, y nos ha contado cómo se encuentra a cinco días de acompañar a la novia del año al altar.
Siempre discreto, el marqués de Castel-Moncayo -hijo del desaparecido Carlos Falcó y Jeannine Girod- ha confesado que está «muy contento» ante el inminente ‘sí quiero’ de Tamara, con la que mantiene una maravillosa relación. «Estoy muy contento, estamos muy contentos en la familia» ha insistido, asegurando que por el momento no está nervioso a pesar de su importante papel en la ceremonia.
Además, Manolo ha quitado importancia a la ‘etiqueta’ de gafada que persigue a la boda de su hermana -por los contratiempos y reveses que han afrontado los novios en los últimos meses, como por ejemplo el drama que la marquesa vivió con su vestido de novia tras su ruptura con la firma ‘Sophie et Voilà’ a dos meses del gran día- y, con una sonrisa, ha dejado claro que todo saldrá a la perfección este sábado: «Mira que buen tiempo hace. Todo bueno» ha señalado, confiado en que Tamara disfrutará de un sol radiante en su enlace.
Al lado del empresario, su mujer, Amparo Corsini, una de las ‘consejeras’ de confianza de la hija de Isabel Preysler en los preparativos. Tan cercana es su relación que suya es la tiara que la socialité lucirá en su boda: «La verdad es que sí es una maravilla» ha reconocido, sin ocultar la ilusión que le hace que la novia luzca su joya más preciada para darle el ‘sí quiero’ a Íñigo.
«Estamos muy felices y muy contentos» ha confesado, dejando en el aire qué look llevará este sábado y guardando silencio ante la pregunta de si les gustaría que Tamara les convierta en tíos próximamente.