Preocupación por el estado de salud de Concha Velasco. Las declaraciones hace unos días de Mariló Montero -buena amiga de la artista- confesando que ha decidido que no va a volver a visitarla en la residencia en la que vive desde hace un año y medio porque «la última vez cuando me fui automáticamente se la llevaron al hospital», y el hecho de que Terelu Campos mandase un beso a la inolvidable ‘chica yeyé’ en pleno directo en ‘Sálvame’ han provocado que aumenten las especulaciones acerca de un posible empeoramiento en la vallisoletana.
Rumores que su hijo Manuel Velasco ha zanjado rotundamente; después de guardar silencio ante las cámaras de ‘Fiesta’ este domingo y dejar en el aire cómo se encuentra su madre, el escritor ha atendido brevemente a ‘Vanitatis’ para asegurar que está «estable».
Una actitud que ha sorprendido a muchos -ya que el hijo de Concha siempre se ha mostrado encantador con los medios de comunicación- y que Cayetana Guillén Cuervo, amiga de la artista, ha justificado: «Cuando hay mucho dolor es difícil mantener la exposición pública, el ser humano y las emociones están ahí… tú eres un personaje púbico que tiene que ver contigo, pero hay momentos en los que no se puede con ello» explica.
Ella fue de los útimos rostros conocidos en visitar a la actriz antes de que sus hijos restringiesen las visitas para no alterar a su madre y, como confiesa «el tiempo no perdona». «El último día que la vi fue el día de su cumple, que cumple el mismo día que mi padre, el 29 de noviembre, que fui a verla a la residencia. Concha te quiero» confiesa.
Y de una grande que atraviesa por un momento delicado a otra, puesto que Carmen Sevilla habría sufrido un empeoramiento en su salud y estaría ingresada desde el domingo en la planta de cuidados paliativos de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Para ella, Cayetana solo tiene buenas palabras: «Es un referente, es una generación que ha ayudado a cambiar el mundo como es la de mis padres, su forma de subirse a los escenarios era un grito, una toma de conciencia también. Nunca tenemos que olvidarnos de los que nos han precedido» asegura.