El bailaor Rafael Amargo denunciaba este miércoles tras quedar suspendido el juicio en el que iba a ser juzgado por presunta venta de droga en su piso que «el proceso está viciado desde el principio» para ocultar «otro tipo de cosas» y solicitaba «humanidad» para que dejen de hacer «el daño tan grande» que está sufriendo su familia.
Con traje y camisa blanca, el artista llegaba serio y emocionado a las 9.45 horas a la sede de la Audiencia Provincial de Madrid – 15 minutos antes de que tuviera lugar el juicio – acompañado por su abogado defensor, el letrado Jaime Caballero. Ante los periodistas, manifestaba estar «tranquilo», confiar en la Justicia y estar dispuesto a contar su verdad, lo que le ha llevado a rechazar un acuerdo que le ofreció la Fiscalía de Madrid.
Este jueves, tras publicarse que el bailaor llegó 45 minutos tarde, su entorno más cercano ha hablado para recalcar que el juicio tenía lugar a las 10h y que la prensa estaba citada una hora antes «para provocar así una mala imagen diciendo de su llegada que era tardía«.
Lo cierto es que Rafael «llegó a las 9:30h, media hora antes de su cita, impecable, con ánimo y con ganas de ser juzgado» y acabar de una vez por todas con este calvario. Tanto es así que atendió a los medios junto a su abogado. Fuentes cercanas al artista nos aseguran que éste reflexiona sobre «si detrás habría un interés por parte de la Fiscalía de que el tema fuese muchas más sonoro» ya que «fue una cosa impresionante» por la cantidad de medios que estaba cubriendo la noticia.
Su entorno más cercano nos ha confesado que Rafael se encuentra «con ganas de recuperar sus citas en los grandes festivales estivales y su circuito de programación en teatros de todo el mundo» ya que está «preparando un espectáculo para su vuelta a los escenarios después de este episodio oscuro que está viviendo«.
Un proceso judicial «del que jura ser víctima» y del que asegura que «se esconde detrás» algo, ya que no encuentra coherencia alguna, de hecho se recalca que en «la última detención del artista en Alicante» no había orden de detención ni caso concreto de arresto y que eso hizo que perdiese su trabajo en Alicante «por no poder llegar a la cita».
Fuentes cercanas nos aseguran que «el artista se encuentra muy afectado» y que «no piensa en pactar nada con la Fiscalía ya que nueve años de prisión es una condena desmedida que no atiende ni a leyes ni a lo que en el domicilio del artista se encontró«.
Un caso por el que «el artista y sus empleados de la compañía están sufriendo por este parón laboral», pero sobre todo Amargo «que está pendiente y sufriendo la enfermedad de su padre». De esta manera, el bailaor «espera que sea pronto» cuando les «notifiquen los nuevos días del juicio».
Además, en el día de hoy hemos podido hablar con Luciana, pareja de Amargo, y nos ha confesado que se encuentra «en cama resfriado y mal por el día de ayer «, pero sobre todo por «el estado de salud de su padre. Aunque con la esperanza del buen aspecto y profesionalidad que le causó su Tribunal«.