Dos meses y 11 días después del nacimiento de la pequeña Ana Sandra, Ana Obregón ha abandonado su refugio en Miami y ha regresado a España. Este miércoles a primera hora de la mañana la veíamos a su llegada a Madrid con su nieta en brazos y una inmensa sonrisa que refleja la felicidad que ha traído a su vida la niña, hija póstuma de su hijo Aless Lequio.
Sin tiempo que perder, y deseando reencontrarse con toda su familia y presentarles al nuevo ‘amor de su vida’, la presentadora se dirigía directamente del aeropuerto a su casa en La Moraleja y allí era recibida por sus hermanos y algunos de sus sobrinos.
Después de haber conocido a la bebé por videollamada, por fin han podido verla en persona y muy emocionados, y felices por la felicidad de Ana, han revelado a la prensa cómo ha ido el encuentro y cómo es la pequeña Ana Sandra.
Las primeras en abandonar la casa de la bióloga, Celia y Amalia García Obregón, que con una gran sonrisa explicaban que la niña es «súper buena y súper mona» y que su hermana ha recuperado por fin las ganas de vivir con el nacimiento de su nieta: «Ana de verdad que ha revivido, está feliz y vamos a aprovechar toda esta época bonita después de toda la época horrible que hemos tenido» han confesado.
Minutos después veíamos a Javier García Obregón, absolutamente rendido al nuevo miembro de la familia: «Ana Sandra es guapísima, impresionante» ha asegurado con una sonrisa, confirmando que Ana está «feliz» de estar por fin en España con la pequeña, para la que no tiene más que bonitas palabras. «Ahora está dormidita, es maravillosa» ha añadido.
Con algo de prisa porque llegaba tarde a una reunión -ya que el reencuentro familiar ha hecho que perdiese la noción del tiempo- el hermano de la presentadora ha asegurado que no «sabe nada» acerca de si Ana ha solucionado los trámites burocráticos relacionados con la niña.