Este lunes 29 de mayo, a los 87 años de edad, ha fallecido Lluís Llongueras, reconocido peluquero catalán considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos nacido en España. Nacido el 6 de abril de 1936 en Barcelona, fue un referente internacional en el ámbito de la peluquería y el estilismo. Su pasión por el arte capilar lo llevó a convertirse en una figura icónica y respetada, reconocida tanto en su país de origen como a nivel mundial.
Conocido por su estilo vanguardista y su enfoque innovador, Llongueras revolucionó la forma de entender la peluquería, rompiendo esquemas tradicionales y apostando por técnicas y estilos audaces. Su visión creativa y su habilidad para adaptar las tendencias de la moda a la peluquería le valieron un lugar destacado en el panorama internacional.
Su legado en la industria de la belleza y el estilo es imborrable. Y es que desde temprana edad, Llongueras mostró su pasión por el arte capilar. A los 14 años, se adentró en el mundo de las tijeras y los peines como ayudante de peluquería en la prestigiosa Can Dalmau. Fue allí donde su talento comenzó a brillar y su carrera despegó hacia lo más alto.
En 1958 se estableció en Barcelona con negocio propio, desde donde se expandió a diversas ciudades del mundo, y en 1972 abrió el primer salón de peluquería unisex de España. Desde entonces, creó diversas franquicias en academias y establecimientos de peluquería y escribió diversos libros profesionales y una biografía de Salvador Dalí ‘Tot Dalí’, y recibió en 2000 la Creu de Sant Jordi y en 2008 la Medalla President Macià.
Sin embargo, no se limitó a la peluquería. Su carácter polifacético lo llevó a explorar diferentes disciplinas artísticas, ganándose una fama inmensa en cada una de ellas. Como escultor, fotógrafo, escritor y pintor, dejó una huella única y extraordinaria. Entre sus destacadas colaboraciones, se encuentra su trabajo junto al célebre artista surrealista Salvador Dalí. Juntos, crearon una obra monumental: una gigantesca peluca que actualmente se exhibe en la habitación dedicada a Mae West en el Teatro-Museo Dalí de Figueras. Esta colaboración es un testimonio de la influencia de Llongueras en el mundo del arte y la moda.
A lo largo de su carrera, Lluís Llongueras dejó su marca en numerosas pasarelas y revistas de moda, colaborando con diseñadores de renombre y trabajando con celebridades y personalidades influyentes. Su talento y carisma lo convirtieron en un referente para muchos profesionales del sector, quienes han encontrado en él una fuente de inspiración y conocimiento.
Además de su contribución en el ámbito de la peluquería, Lluís Llongueras también se destacó por su labor filantrópica. Su fundación, la Fundación Llongueras, ha desarrollado proyectos sociales y educativos, brindando apoyo a personas en situación de vulnerabilidad y promoviendo la formación y el desarrollo profesional en el campo de la peluquería.
La noticia de su fallecimiento ha generado una gran tristeza y conmoción en la industria de la belleza y entre aquellos que lo admiran. Su legado perdurará en el tiempo, recordándolo como un artista visionario y un maestro en su oficio.