Olvidadas las polémicas familiares que le han perseguido en los últimos tiempos y que durante meses nos mostraron la peor versión de José Ortega Cano, el diestro vive una ‘segunda juventud’. Disfrutando de su soltería tras su divorcio de Ana María Aldón, y de la tranquilidad que tantas veces pidió desesperado durante su crisis matrimonial y durante la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco, el viudo de Rocío Jurado exprime sus días al máximo y en esta ocasión ha sido uno de los grandes protagonistas de la comida que la peña taurina ‘Las Meninas de España’ -encabezada por Mari Ángeles Grajal- ha celebrado en Madrid con motivo de la Feria de San Isidro.
Una cita en la que, orgulloso, nos ha hablado de sus hijos, su gran apoyo y en los que está completamente volcado. Para José María -fruto de su relación con Ana María- no tiene más que palabras de admiración porque, como confiesa, es un ‘artista’ y se le da bien todo lo que se propone: «Me hubiera gustado que fuese torero y aunque le gustan los toros, no para torear. Es un músico tremendo tocando el piano, la trompeta, es un crack jugando al futbol, está cada día más reconocido por toda la gente que le gusta el mundo del futbol». «Estamos felices» añade, hablando en nombre de su exmujer, con la que afirma que tiene una buena relación tras su separación hace ocho meses.
Y del orgullo que desprende al hablar del pequeño, a su emoción cuando le preguntamos por José Fernando, que como desvela está a punto de abandonar el centro psiquiátrico en el que lleva ingresado cinco años. «Está muy cercano su regreso, aunque no sabemos cuando. Él sale semanalmente para pasar el fin de semana en casa, estar con nosotros, sobre todo conmigo y con su hermana» afirma, conteniendo las lágrimas a duras penas cuando le preguntamos cómo afronta la esperada ‘libertad’ total de su hijo: «Bueno, se me pone es un chico estupendo, una gran persona y bueno, haré todo lo posible para darle todo lo que necesite» confiesa, asegurando que siempre ha estado ahí para el joven y ha intentado hacer lo mejor para él en cada momento.
Por delante, un futuro todavía incierto, aunque Ortega explica que a José Fernando, que «tiene ciertos valores para estudiar» lo que más le gusta es «la informática, por lo que le pondremos ahí, que lo haga lo mejor posible».
En cuanto a su relación con Michu, rota por parte de la gaditana al enterarse de que no le habían invitado a la comunión del pequeño José María celebrada hace un mes, el torero deja en el aire si hay posibilidades de reconciliación ya que «es una pareja de gente joven, hoy hacen una cosa y mañana hacen otra», aunque lo que está claro es que José Fernando está disfrutando de su faceta de padre de la pequeña Rocío, de cinco años.
Y por último, Ortega también se ha pronunciado sobre la operación a la que se ha sometido Gloria Camila, su ojito derecho, para aclarar el color de sus ojos. Reconociendo que su hija es «atrevida», el maestro apunta que «ya tenía unos ojos preciosos» pero cree que son cosas de «la gente joven» para mejorar su aspecto físico en las que él, con una sonrisa, prefiere no meterse.