Hace unas semanas conocíamos que Hacienda había anulado una multa de 500.000 euros a Ana Duato, reconociendo a través de una carta su error al reclamarle el pago de sus liquidaciones del IRPF de 2010 a 2012, una cantidad que la actriz ya había abonado en 2016. «Errores como este llevan siete años destrozando mi vida familiar, personal y profesional» aseguraba la protagonista de ‘Cuéntame’ tras esta victoria contra la Agencia Tributaria que, confía, no sea la única para demostrar su inocencia en el juicio al que se enfrenta a 31 años de prisión y una multa de 12 millones de euros acusada de fraude fiscal en el marco del Caso Nummaria.
Una buena noticia sobre la que ahora se pronuncia por primera vez su compañero y amigo Imanol Arias, imputado por el mismo caso y para el que la Fiscalía pide 27 años de cárcel y 10 millones de multa por delitos contra la Hacienda Pública: «Ana tendrá razón. Es una persona muy que habla muy claro y muy bien. Yo sabía que eso no era así, lo sabemos. Sabemos perfectamente igual que sabemos otras muchas cosas. veremos a ver» ha afirmado el actor, convencido de que ambos podrán demostrar su inocencia cuando se celebre el juicio.
Y es que como asegura contundente, «yo no tengo ninguna fe (en la justicia), he pagado las multas que he pagado y tengo la seguridad de que ya he cumplido con lo que tenía que cumplir». «Y no quiero entrar en el hecho de si cambiaron la ley. La cambiaron y nos fastidiaron. Ya está. No, no, no, no. No, no, el dinero no es nada. Yo nunca tuve dinero, yo fue muy pobre de pequeño» ha zanjado, defendiendo así que no ha cometido los delitos de fraude fiscal de los que le acusan.
Unas declaraciones que ha hecho en la presentación de su nuevo proyecto ’19, Solos frente a la verdad’, un documental en el que él y 18 artistas más -como Lolita Flores, Jorge Sanz o Luis Tosar entre otros- comparten con el espectador cómo vivieron la pandemia del Covid. En su caso, como explica Imanol, «solo por decisión propia». «La pandemia coincidió con el final de un trabajo muy largo de mi vida, que me tiene muy expuesto y con la obligación de dar la cara continuamente, y pensando en qué aspecto estoy en mi vida y qué podría salir de eso. Me hizo recapacitar y aprendí a aceptar» confiesa.
«Estuve muy ausente de las noticias y ahí empieza una etapa donde yo he estado más ausente de la noticia INMEDIATA. Ni siquiera lo pensé, notaba que no quería saber más. Acepté la situación y ahí es donde me di cuenta de que estoy en un momento de mi vida en el que tengo que aceptar lo que me pasa. Es la mejor manera de vivirlo, me queda un tramo que no es el más largo, pero que sin embargo es el que más entiendo, por fin. Entiendo un poco ese tramo, que es lo que me gustaría hacer» reconoce, admitiendo que la pandemia le dio la oportunidad de «ordenar» sus pensamientos y prioridades.
«Progresé mucho en mi técnica de meditación, de resultados, de aceptarme y de aceptar que hay momentos que me levanto, me rompo… En fin. Aprendí también que la autoestima y el ego* Que el ego es muy difícil de controlar pero que es muy peligrosa la autoestima también, cuando la sientes dañada tienes que ser muy generoso contigo para que tu ego no te juegue malas pasadas en todo, lo personal, lo económico, en tus gastos… Creo que todo eso me sirvió y ahora puedo decir que hay cosas de ese momento que yo sigo repitiendo» desvela.
Pilares fundamental en su vida, sus hijos Jon y Daniel, que siguen sus pasos en el mundo de la interpretación y a los que confiesa que el consejo que les ha dado es «que se parezcan mucho a su madre», Pastora Vega: «Ellos siempre tuvieron miedo de alguna manera a ser famosos, conocidos porque su papá y su mamá eran muy, muy, muy conocidos y además muy conocidos como pareja. Tenemos un matrimonio, se decía Ana Belén, nada es eterno. Pero en aquel momento fue. Pues yo les digo que ahora que ellos tienen que darse a conocer, que lo hagan con el mismo respeto y que cuando no querían hacerlo». «Y en ese sentido tengo un chaval pequeño que es muy bueno en eso, muy listo, como cuentan las cosas, y tiene mucho talento. y el mayor Jon, tiene su propia personalidad y él lo ha hecho a su manera que es: a mi dejarme tranquilo y yo iré. Es un artista más complejo porque toca música, dirige sus trabajos a su manera y es una persona diferente. Y sin embargo nunca ha estado tan cerca de ellos y aunque yo soy un tío popular que he caído en gracia, los dos son mejores que yo» asegura.