Victoria Federica se ha convertido, desde que comenzó su carrera como modelo e influencer, en una ‘fábrica’ de titulares. Sus pasos se miran con lupa, sus apariciones causan siempre una enorme expectación y los rumores sobre su vida amorosa no cesan desde que rompió su relación con el Dj Jorge Bárcenas hace justo un año.
Intentando mantenerse en un discreto segundo plano a pesar de la profesión pública que ha elegido, la hija de la Infanta Elena ha recibido numerosos ataques en la última semana por su actitud ante las cámaras. Tanto en eventos a los que acude cobrando -como en la última fiesta de Mò de Multiópticas, marca de la que es imagen- como en sus apariciones ‘privadas’ -como por ejemplo en Las Ventas, donde es habitual verla disfrutando de su pasión por los toros- la influencer se muestra esquiva, seria y cortante con los medios de comunicación.
Desaires ante la prensa que la han situado en el ojo del huracán mediático, convirtiéndola en uno de los personajes más criticados de los últimos días. Unos ataques a los que Victoria prefiere hacer oídos sordos, como ha demostrado en su reaparición ante las cámaras en el bautizo de Federico, hijo de sus grandes amigos María García de Jaime y Tomás Páramo.
De lo más sonriente, pero ignorando una vez más las preguntas, la sobrina de Felipe VI demostró que se mueve como pez en el agua rodeada de sus amigos y, sin pronunciarse sobre los rumores de relación con el piloto de motociclismo Albert Arenas, abandonaba la Iglesia de Nuestra Señora de La Paz en La Moraleja.
Muy discreta, Victoria tampoco ha confirmado si tiene pensado seguir los pasos de su hermano y abandonar España durante una temporada para huir de la presión mediática.
Siempre a la última, la influencer lució un vaporoso diseño de animal print en tonos marrones que apenas pudimos ver porque, con algo de frío, utilizó su foulard lila de Chanel para protegerse, dejando a la vista tan solo la parte inferior de su diseño y sus sofisticadas sandalias de plataforma y terciopelo en color burdeos que le hemos visto en más de una ocasión.