Quedan exactamente dos meses para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Y aunque se ha especulado con que los amigos del ingeniero le han preparado nada menos que tres despedidas de soltero -en Argentina, Budapest y algún punto de nuestro país- por el momento no ha disfrutado de ninguna de ellas (que haya trascendido).
Coincidiendo con el puente de mayo, se especuló con que el futuro yerno de Isabel Preysler habría viajado a Ibiza para comenzar su ‘adiós a la soltería’ por todo lo alto asistiendo a la apertura de las discotecas más famosas de la isla, pero él mismo se encargaba de desmentirlo revelando que su destino había sido muy diferente: una romántica escapada a París con la marquesa de Griñón en la que se alojaron en un exclusivo y carísimo hotel, pasearon por sus lugares más emblemáticos y disfrutaron del arte impresionista del Museo de Orsay.
Y los rumores han vuelto a surgir este fin de semana después de que el propio Íñigo compartiese diferentes imágenes con amigos en San Sebastián y sin rastro de Tamara. La socialité, que se recupera del esguince que sufrió tras caerse en ‘El Hormiguero’ el pasado jueves, camina con ayuda de unas muletas y está centrada en reponerse lo antes posible para proseguir con los preparativos de su boda. De ahí que no haya acompañado a su prometido y a su pandilla en su escapada por el norte de España.
Lejos de tratarse de su despedida de soltero, el empresario y algunos de sus íntimos amigos -entre los que se encuentran Wassim Berro, Guillermo García Muchacho o Mimi Monzón- han viajado a Guipúzcoa para conocer el restaurante Mugaritz -que cuenta con dos Estrellas Michelín y está considerado uno de los mejores del mundo- y probar sus innovadores platos. Así lo ha revelado el propio Íñigo a través de sus redes sociales, retransmitiendo al detalle esta experiencia gastronómica en la que no le ha acompañado Tamara, que suele apuntarse a este tipo de planes con la pandilla de su novio y que en esta ocasión, al estar convaleciente, no ha podido viajar a San Sebastián.
Este domingo, la pareja se ha reencontrado y juntos les veíamos llegar a su casa en el centro de Madrid. En primer lugar era Íñigo el que, asegurando que no ha estado de despedida de soltero, se encargaba de sacar el equipaje de su coche. Mientras recogía un pedido de un restaurante a una mensajera que le esperaba en su portal -evitando así tener que hacerse la cena después del viaje- Tamara aprovechaba el ‘despiste’ de la prensa para entrar en escena caminando con ayuda de unas muletas dando la espalda a las cámaras y dejando en el aire cómo se encuentra de su lesión.