Los pueblos han pasado de ser esos grandes desconocidos a tener más tirón que nunca. La pandemia hizo que se mirara a ellos como lugar ideal para evadirse, para no tener que estar encerrados en los pisos de las grandes ciudades, y desde que se pudo salir el turismo en España ha tenido un alto repunte, el turista nacional ha regresado a las escapadas de interior para pasar sus vacaciones. También ha subido la tendencia, que se consolida año tras año de darle al turismo rural un valor tan elevado como al turismo urbano, de costa o de montaña. Gracias a ello podemos descubrir auténticas maravillas, porque hay una enorme cantidad de pueblos con un encanto irresistible, hospitalarios, hermosos y donde se descansa y se come de maravilla. De ahí la disputa entre los turistas para elegir cuál es el mejor del país para hacer turismo rural.
5Sigüenza
Y entre los cinco pueblos que han conseguido ese reconocimiento como Capital del Turismo Rural tampoco podía faltar Sigüenza (Guadalajara), que lo obtuvo en 2017. Ha estado habitada desde los tiempos del neolítico, e históricamente ha sido una zona de frontera, una localidad situada entre ríos, y que le ha aportado influencias culturales diversas –por aquí han pasado íberos, romanos, visigodos y árabes–, materializada en un arquitectura antigua y una gran gastronomía. La joya del pueblo es su catedral, una muestra del periodo cisterciense, o primer gótico, que empezó a construirse en el siglo XII. También pueden visitarse ruinas anteriores a la época medieval, casas platerescas, arquitectura barroca y los parajes naturales riquísimos que la rodean. Y para disfrutar comiendo no puede faltar el asado de cordero típico de la zona.