Los pueblos han pasado de ser esos grandes desconocidos a tener más tirón que nunca. La pandemia hizo que se mirara a ellos como lugar ideal para evadirse, para no tener que estar encerrados en los pisos de las grandes ciudades, y desde que se pudo salir el turismo en España ha tenido un alto repunte, el turista nacional ha regresado a las escapadas de interior para pasar sus vacaciones. También ha subido la tendencia, que se consolida año tras año de darle al turismo rural un valor tan elevado como al turismo urbano, de costa o de montaña. Gracias a ello podemos descubrir auténticas maravillas, porque hay una enorme cantidad de pueblos con un encanto irresistible, hospitalarios, hermosos y donde se descansa y se come de maravilla. De ahí la disputa entre los turistas para elegir cuál es el mejor del país para hacer turismo rural.
4Aínsa-Sobrarbe
Hablando de pueblos bonitos no podía faltar Aínsa-Sobrarbe, que no es un solo pueblo sino un cúmulo de pequeñas villas en la zona del Alto Aragón, en la región pre-pirenaica de Huesca, y que ofrecen una vista magnífica si la admiramos a lo lejos: con las montañas al fondo, y los altos campanarios de piedra románica perfilados en el horizonte. Visitarlo es como un viaje en el tiempo a uno de los pueblos mejor conservados del patrimonio histórico. Los ríos Cinca y Ara pasan cerca, el parque nacional de Ordesa está a poca distancia, y es un lugar ideal para estar en contacto con la naturaleza en verano y con la nieve en invierno. El gran atractivo son los monumentos, como las puertas antiguas de piedra, lo que queda de las murallas y las calles de la villa medieval, pero si se busca naturaleza se convierte en un paraíso para ir en bicicleta o practicar senderismo. No es de extrañar que se elevara como Capital del Turismo Rural en 2018.