La vida de Isabel Pantoja no ha sido nada fácil y los últimos acontecimientos demuestran que la estrella está al borde de vivir una nueva crisis personal que podría ser definitiva. La cantante ha viajado a América y estará un mes fuera de España porque se ha dispuesto triunfar en el extranjero y recuperar el peso mediático que ha ido perdiendo con el paso de los años. Los críticos musicales consideran que Isabel comete un gran error al estar callada durante tanto tiempo porque recibe críticas que no se corresponden con la realidad. Incluso su propio hijo llegó a decir que estaba acabada y que no se subía encima de los escenarios porque su arte se había quedado antiguo. La tonadillera ha demostrado que no hay nada más lejos de la realidad y que siempre que canta tiene a miles de fans dispuestos a escucharla.
Todo iba bien hasta que Isabel Pantoja ha descubierto que el local que tiene alquilado en Fuengirola, localidad de Málaga, está destrozado. Recordemos que la cantante compró un complejo de restauración. Quería que su hijo tuviese trabajo y montó un restaurante y una discoteca para que Kiko Rivera tuviera un porvenir en un futuro. El negocio fue un auténtico desastre y enseguida empezó a recibir críticas porque los precios que había puesto eran demasiado elevados para la calidad que ofrecía. Isabel no tuvo más remedio que alquilar el local y unos ciudadanos chinos montaron un nuevo restaurante que hasta la fecha había funcionado bien.
Isabel Pantoja no esperaba lo que ha pasado
>Isabel Pantoja está muy acostumbrada a sufrir, pero en ningún momento pensó que iba a tener tan mala suerte de encontrarse es un camino a unos okupas. El Programa de AR ha sacado a la luz esta información y ha asegurado que la cantante tiene motivos suficientes para estar preocupada porque su restaurante está siendo destrozado y los daños cada vez son más elevados. «Este local estaba alquilado por unos ciudadanos chinos que pagaban 12.000 euros al mes. Después de la pandemia pidieron una rebaja a 5.000 euros, pero no llegaron a un acuerdo, dejaron de pagar e Isabel denunció. Entonces llegaron a un acuerdo por el que debían pagar 160.000 euros», pica el periodista Antonio Rossi. La información es altamente preocupante y la tonadillera debe tomar cartas en el asunto antes de que su negocio termine de estar destrozado.
La vida de Kiko Rivera continúa su curso. Él vive cerca del restaurante y podría presentarse allí para ver qué sucede y para ayudar a su madre desde la distancia, pero no lo va a hacer porque sigue muy enfadado con ella y la relación entre ambos resulta completamente imposible. Nadie olvida que Isabel compró este restaurante para ayudar a su hijo, por eso varios medios piensan que Kiko debería tomar parte activa en este asunto e intentar echar a los okupas. Sin embargo, no lo va a hacer y desplazarse hasta allí no entra en sus planes porque quiere que su madre de una vez por todas se responsabilice de sus actos.
¿Está Isabel Pantoja en la ruina?
>La vida de Isabel Pantoja ha sido tan popular que ha sido retransmitida en varias series de televisión y proyectos audiovisuales de carácter internacional. La cantante nació en Sevilla en el seno de una familia humilde y no dejó de insistir hasta convertirse en una estrella para sacar adelante a sus hermanos. Isabel se trasladó a Madrid a vivir en una pensión y con su dinero daba de comer a toda la familia hasta que empezaron a contratarla para proyectos importantes y se posicionó como la cantante de copla más importante del país. Todo lo que ha hecho ha sido por el bien de su madre y por el de sus hermanos. Cuando tuvo hijos también empezó a hacer cosas para mirar por el futuro de ellos, pero sus planes no han salido como ella tenía previsto.
El restaurante que ahora está okupado y completamente destrozado lo compró para ayudar a su hijo y ahora Kiko se ha desentendido del proyecto. Los ciudadanos que tienen okupado el local de Isabel Pantoja no piensan marcharse y están destrozando las instalaciones, lo que significa que la cantante tendrá que invertir una gran cantidad de dinero en reparar todos estos daños. Isabel estaba siendo feliz en América porque sus seguidores han ocupado todos los teatros y le han demostrado que sigue siendo una gran artista.
Está ganando mucho dinero y lo necesita para solventar algunas deudas que tiene pendientes, así que no puede invertir su sueldo en reparar los daños que los ocupas están ocasionando en su negocio. Isabel se ha llevado con ella a su sobrina y Anabel Pantoja tampoco puede hacerse cargo de esta situación desde la distancia. Pero no sería de extrañar que cuando regresen a España Anabel no descanse hasta que su tía haya solucionado este problema.