María Teresa Campos atraviesa, sin duda, uno de sus momentos vitales más complicados. Es por ello, queridos Cotillas, que el entorno más próximo a la veterana presentadora de televisión vive con especial preocupación el gran deterioro físico que ha experimentado en los últimos tiempos. Y es que, a decir verdad, la matriarca del clan familiar no ha vuelto a ser la misma desde el día que se alejó definitivamente de la pequeña pantalla.
Más de cinco décadas entregada en cuerpo y alma a la profesión periodística, que la han consolidado como uno de los grandes referentes en el mundo de la comunicación de nuestro país. Pero, tras despedirse de su audiencia después de ocho años al frente de Qué tiempo tan feliz, en abril de 2017, la vida de María Teresa Campos se tornó incompleta al desprenderse de lo que más amaba.
Un antes y un después para la que fuera presentadora de Día a día, nada comparable con el contratiempo que le sobrevino, justo un mes y medio después de su salida de Telecinco, al tener que ser ingresada de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid a causa de una isquemia cerebral, que mantuvo en vilo a sus dos hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego. Afortunadamente, una semana después de su ingreso, María Teresa Campos recibía el alta hospitalaria y comparecía ante los medios de comunicación.
Aunque desde aquella vez, en los últimos cinco años, lo cierto, queridos Cotillas, es que María Teresa Campos ha tenido que hacer frente a algún que otro bache de salud. Sin ir más lejos, la veterana periodista, a sus 81 años de edad, recibía el alta médica el pasado 10 de enero, tras ser ingresada en el Hospital La Luz para someterse a unas pruebas. La comunicadora acudía a la clínica madrileña aquejada de dolor, ya que el pasado 31 de diciembre sufría una caída en su domicilio.
Desde aquel entonces, sus propias hijas han sido las encargadas de restarle importancia a lo sucedido, para así evitar que la prensa pudiera especular en torno al estado de salud de la matriarca del clan familiar Campos. Pero lejos de conseguirlo, precisamente hoy jueves 26 de enero, ha sido el portal de noticias Look el responsable de desvelar, según fuentes cercanas al entorno de María Teresa Campos, el gran deterioro que ha experimentado la periodista en cuestión de semanas. Todos los detalles al respecto, a continuación.
María Teresa Campos se apoya en su chófer Gustavo
>María Teresa Campos, pese a la gran polémica que sitúa a su hombre de confianza como el topo del clan familiar, no ha dejado de contar con los servicios de su chófer, Gustavo Guillermo, al que siempre ha considerado como a un hijo. Tal es su estrecha y firme relación que, el pasado martes 24 de enero, el conductor se dejaba ver junto a María Teresa Campos abandonando en coche el domicilio de Terelu. Con semblante serio, aunque aparentemente tranquilo ante las cámaras, Gustavo Guillermo guardaba silencio con el objetivo de proteger a su jefa de toda la polémica.
La mano derecha de María Teresa Campos, que no deja sola a la periodista bajo ningún concepto, intentaba cubrir con su brazo el rostro de la popular presentadora, para así poder evitar que los medios, apostados a las puertas de la casa de Terelu, pudieran captar la imagen más esperada. Y es que, queridos Cotillas, resulta más que evidente que, con este gesto protector, Gustavo Guillermo desea mantener alejada de las cámaras de televisión a la comunicadora, que persiguen la prueba gráfica que clarifique cuál es el verdadero estado de salud de María Teresa Campos.
María Teresa Campos se niega a recibir visitas de su entorno
>Lo cierto, queridos Cotillas, es que las últimas informaciones que llegan sobre el actual estado de salud de María Teresa Campos no son nada alentadoras. Y es que, según la última hora que maneja el portal de noticias Look, y que mismamente hoy ha hecho pública, el gran deterioro que ha experimentado la veterana periodista, en las últimas semanas, tiene bastante preocupado a su entorno más cercano.
Al parecer, y tal y como confirman fuentes cercanas a Look, María Teresa Campos se habría negado a comer y a beber. Además, mucho más allá de este importante aspecto que acabamos de desvelar, según los informantes, María Teresa Campos «no habla», algo que demostraría claramente que «está muy deteriorada» y que «cada semana va a peor».
«Teresa nos tiene muy preocupados. Ella siempre ha sido una persona muy sociable, a la que le encantaba recibir a sus amigos en casa, organizar comidas y cenas, y ahora no quiere ver a nadie. Ni siquiera le apetecen las partidas de cartas con sus amigas de siempre, que antes eran sagradas», comentan a dicho portal de noticias.