En nuestro país existen muchos pueblos medievales en los que es fácil transportarse por unos momentos a otras épocas pasadas mientras paseas por sus callejuela y disfrutas de paisajes rurales que nunca habías visto antes si vives en una gran ciudad. Los fines de semana o las vacaciones son siempre momento idóneo para hacer escapadas en las que puedes descubrir estos enclaves tan maravillosos, como los que te vamos a mostrar en las siguientes líneas, para que tengas dónde elegir.
7Pals, en Girona
En plena Costa Brava, en Girona, se encuentra otro de los pueblos medievales que hay que visitar al menos una vez en la vida. Se trata de Pals, en el que la naturaleza y las flores se funden con las calles para crear un lugar de ensueño donde desconectar. De su conjunto monumental histórico, documentado por primera vez en el siglo IX y construido alrededor de una fortaleza de la que hoy en día solo queda la Torre de las Horas.