Cada vez son más las personas que en su hogares optar por caminar descalzo, ya sea por la comodidad que ello conlleva o porque no les gusta utilizar calzado también en sus casa. La tradición antigua de cambiar los zapatos por zapatillas cuando entrabas por la puerta parece haberse ido perdiendo con el tiempo, ya que, sobre todo la gente más joven, no utiliza aquellas. No parecen tenerle miedo ni al frío de los suelos, sobre todo en invierno, ni a clavarse algo tirado por los mismos, pero lo curioso es que hacerlo tiene además más de un beneficio.
Probabilidad de bacterias por caminar descalzo
Seamos partidarios de caminar descalzo por casa o no, lo que sí que habría que hacer sin falta sería dejar los zapatos a la entrada, ya que según un estudio que realizó el profesor de microbiología Gerba en la Universidad de Arizona, en éstos se pueden encontrar más de 420.000 bacterias en la suela, y que entre el 90 y el 99 por ciento de las mismas se depositan en nuestros suelos si caminamos por ellos con ese calzado. Las probabilidades de que nos infectemos es baja, pero si en casa viven niños pequeños aumentan para ellos.
Beneficios de caminar descalzo
La libertad de poder caminar descalzo ya sería todo un beneficio para nuestros pies, pero es que además el hacerlo provoca que estimules los músculos de los mismos. Al hacerlo evitamos la presión que suele provocar el calzado y hasta la humedad que se genera en el pie. Por ese motivo, el liberarnos de llevar algo encima permite estimular y trabajar aquellos músculos que se encuentran anulados o atrofiados ante el uso continuado del calzado, que llega incluso a hacer en algunas personas que se atrofien sus dedos.
Liberar el estrés
Otra de las ventajas de caminar descalzo en nuestros hogares radica en el hecho de que en el pie existen muchas terminaciones nerviosas, por lo que es muy recomendable que nuestra planta tenga contacto directo con el suelo para liberar el estrés, fortaleciendo el sistema nervioso. Lo ideal es que la planta del pie no esté aislada continuamente por una suela de zapato, sino que se produzca esa conexión entre el pie y el suelo incluso por la calle. Como esto es difícilmente llevable a cabo, lo mejor es que al menos lo hagamos en casa.
Beneficios para los bebés
A los que sin duda les hace bien caminar descalzo es a los bebés, sobre todo si lo hacen en sus primeros meses de vida, por el desarrollo cognitivo de los niños. A través de los pies los más pequeños captan la información del mundo exterior, por lo que es aconsejable dejarlos andar descalzos por diferentes superficies y no cubrirles el pie durante todo el día. Los pies del recién nacido tienen una sensibilidad mucho más fina que la de la mano hasta los ocho o nueve meses, y en los primeros tienen la función de informarles del mundo exterior.
Para los mayores
Caminar descalzo es incluso bueno para las personas mayores, por mucho que éstas estén acostumbradas a ponerse enseguida unas «zapatillas para estar por casa» en cuanto llegan a sus hogares. El principal beneficio que pueden obtener todas ellas es que al estar sus pies en contacto con el suelo pueden reducir o eliminar la tensión de los músculos de los mismos, que se les ha generado ya sea por el paseo que han dado fuera de casa o también por haber estado horas sentados en la misma.
Para todos en general
El beneficio de caminar descalzo para cualquier persona, ya sean bebés, niños o mayores, es que el hacerlo, el hecho de ir sin zapatos, les va a mejorar la circulación sanguínea, por el simple hecho de estar los músculos en contacto con diferentes superficies como césped, tierra o cemento. De la misma manera, hay que proteger nuestros pies en espacios públicos, sobre todo, en instalaciones deportivas como gimnasios, vestuarios o piscinas. Lo aconsejable en sitios como estos es utilizar chanclas para evitar el contagio de hongos, papilomas o cualquier infección que se contrae con el simple contacto. Por tanto, hay que saber cuándo sí y cuándo no llevar calzado.