Definitivamente, Kiko Rivera no va a despedir el año de la mejor manera posible. Después de un ejercicio en el que casi nada ha sido positivo para él, tanto en materia familiar como profesional, ahora parece haberle mirado un tuerto en lo que a su salud se refiere. Y es que casi dos meses después de que fuera ingresado de urgencia tras sufrir un ictus, del que afortunadamente parece ir recuperándose a la perfección, aunque de manera lenta, ahora su anatomía ha vuelto a padecer un nuevo revés, que también le tiene lastrado en su hogar.
El nuevo susto de Kiko Rivera
Por lo que parece, todo se ha puesto en contra de Kiko Rivera para que no pueda empezar cuando menos las próximas fiestas navideñas en su mejor momento. El propio DJ ha sido quien ha dado la noticia a través de su cuenta de Instagram, en la que ha indicad que «tengo una fascitis plantar del carajo y duele. Tengo el pie como un mollete de Antequera. No me puedo mover». Vamos, que para los neófitos en la materia tiene una inflamación del tejido grueso de la planta del pie.
El humor de Kiko Rivera
Lo que no parece haber perdido Kiko Rivera es su sentido del humor, como ha demostrado al contar lo que le sucede en su perfil de Instagram. Así, pese a los fuertes dolores que sufre, el sevillano ha indicado que «me duele tela. Soy un pingüinito andando ahora mismo. Cuando se me quite volverá a caminar como Forrest Gump«. Además, en los vídeos que ha compartido en sus stories explica que ya está en tratamiento y que éste va surtiendo efecto, así como que le han mandado unas plantillas nuevas, pero que aún no puede hacer vida normal.
Todos sus males
Aburrido que debe estar, a Kiko Rivera le ha dado por relatar con todo tipo de detalles su estado de ánimo, e incluso sus lamentos, «¿sabéis el dolor que se siente? ¿Sabéis la putada que es no poder moverse?». Como él mismo ha confesado, está obligado a enfrentarse a un «aburrimiento máximo» en el sofá de su casa debido a esta dolencia. Quizás de lo que esté aburrido es de tanta enfermedad, ya que a esta suma que también padece gota y diabetes crónica, mal que es un factor de riesgo de ictus, como el que le dio.
Navidades malignas
Lo que parece que a la familia de Kiko Rivera no le sientan nada bien las fiestas navideñas, en función del historial que tienen con las mismas. Y es que a pocos días del comienzo de las de 2022 lo que está claro es que el clan Pantoja se encuentra más desmembrado aún si cabe que hace un año, cuando se abrió una brecha en el mismo. Y es que hay que recordar que si el 2021 estuvo marcado por la muerte de la matriarca de la familia, doña Ana, este 2022 han tenido que despedirse de otro ser querido, Bernardo Pantoja, con la familia rota, y no solo por el dolor.
La postura de Isabel Pantoja
A los males de salud de Kiko Rivera éste debe unir lo mal que está por tanto últimamente su familia. Hace pocas fechas, su hermana, Isa Pantoja hablaba sobre el estado de ánimo de su madre y subraya que ésta no tenía muchos ánimos para reunirse con los suyos con motivo de las fechas navideñas, aunque indicaba que «si ella quiere iremos a visitarla algún día». A la cantante parece haberle afectado mucho la muerte de su hermano Bernardo, a cuyo lado estuvo hasta el último momento, aunque tras el fallecimiento, se vivieron momentos de enorme tensión en el tanatorio.
¿Habrá reconciliación?
Ahora la gran pregunta es si entre Kiko Rivera y su madre habrá reconciliación o no, como parecía que iba a darse tras el fallecimiento de doña Ana, cuando hubo entre ambos un acercamiento y por tanto más cerca estuvo esa esperada reconciliación. Lo malo es que desde entonces su relación se ha deteriorado mucho, sobre todo por las declaraciones que hizo él en el especial ‘Cantora, la herencia envenenada’. Un buen ejemplo de ello es que tras sufrir Kiko el ictus que estuvo a punto de llevársele, la cantante no pudo visitarle por expreso deseo de él.