Aunque la información en torno al coronavirus ha copado todos los titulares durante los dos últimos años, lo cierto es que en este periodo pandémico se han seguido desarrollando incontables investigaciones para solucionar los grandes problemas de salud global al margen de la de la crisis sanitaria.
La industria de la salud no ha cejado en su empeño por dar con aquellos procedimientos que, en un futuro próximo, salvarán la vida de personas infartadas o con un cáncer hasta ahora incurable e incluso conseguirán que los tetrapléjicos puedan caminar. Destinar los recursos pertinentes a investigación es esencial para obtener estos nuevos tratamientos, perfeccionar técnicas, crear innovadores dispositivos y desarrollar multitud de elementos que permitan mejorar la calidad de vida de la gente o, incluso, salvarla.
Este ciclo constante de investigación e innovación ya arroja sus primeros y prometedores resultados, hay más por llegar. A continuación, enumeramos los que están llamados a revolucionar el mundo de la salud y a mejorar nuestra calidad de vida.
Algunos hitos que revolucionarán la salud
Soldados celulares a la carta: Las terapias de células T, conocidas como CAR-T por sus siglas en inglés, son la gran innovación contra el cáncer. Han conseguido salvar la vida de decenas de pacientes que apenas tenían una esperanza de vida de seis meses, seleccionando y modificando las células de sus sistemas inmunes para que luchen directamente contra las cancerosas.
Por el momento, esta nueva terapia está centrada en unos pocos linfomas, cánceres de sangre, aunque cada vez hay más investigaciones prometedoras para aplicarla contra tumores sólidos y otro tipo de patologías.
Escribir con la mente: Escribir desde la imaginación es la solución por la que apuestan investigadores de la Universidad de Stanford para mejorar la comunicación de las personas tetrapléjicas. Gracias al esfuerzo mental del paciente, a varios sensores implantados en su cerebro y a la inteligencia artificial, un sistema de escritura mental convierte en texto su actividad neural. Además, alcanza una velocidad similar a la que cualquier persona emplea cuando escribe un mensaje de texto en un smartphone.
Acabar con los tumores sin daños colaterales: la protonterapia, recientemente aprobada en España, es la gran revolución en el tratamiento de tumores malignos. Esta técnica de radioterapia externa permite atacar de forma específica con protones las masas cancerígenas. De este modo, protege al máximo el resto del tejido sano porque no está expuesto innecesariamente a la radiación, a diferencia de la quimioterapia. Este avance supone un gran salto en la lucha contra todo tipo de cánceres, pero especialmente para los tumores cerebrales.
‘Chips’ medulares para volver a caminar: ya se cuentan por decenas el número de pacientes en todo el mundo que han podido volver a caminar gracias a un implante electrónico en la médula espinal. Cientos de investigadores trabajan para poder emplear esta técnica de manera masiva para enfermedades incapacitantes que van desde la paraplejia hasta patologías neurodegenerativas debilitantes.
¿Píldoras para todos? No, medicina a medida: la terapia genómica revolucionará la medicina a través del acercamiento personalizado a la enfermedad estudiando el propio ADN. Esta individualización permitirá diseñar tratamientos únicos para cada paciente y dar con la administración de fármacos más idónea según su individualidad química y genética. De este modo, en todas las áreas médicas se podrán aplicar tratamientos más efectivos y con escasos efectos secundarios.
Un paso por delante de las enfermedades: de forma global, se están desarrollando decenas de proyectos que investigan la aplicación de la inteligencia artificial para la detección precoz de todo tipo de enfermedades. Esta tecnología permitirá ganar tiempo a la hora de detectar patologías –desde cánceres hasta demencias– reduciendo así el impacto en el paciente, mejorando su vida e, incluso, llegando a salvársela. Por ejemplo, un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio está desarrollando un sistema que detectará de manera prematura el alzhéimer con una simple llamada telefónica.
Cirugías verdes para la salud del planeta: el consumo energético de los quirófanos es entre tres y seis veces superior al de cualquier otra instalación hospitalaria, lo que los convierte en agujeros negros para la sostenibilidad. La estrategia estadounidense Greening the Operating Room reduce su huella ecológica diseñando protocolos que minimizan el impacto ambiental del uso de energía y de los residuos generados, aplicando métodos para eliminar plásticos o sustituyendo como esterilizador al óxido de etileno, muy arraigado, pero muy contaminante, por peróxido de hidrógeno.
Vuelos limpios y rápidos en drones: existen también diversos proyectos centrados en el uso de drones para trabajos que tradicionalmente realizaban vehículos a motor. En Canadá y Estados Unidos, varias de estas aeronaves ya han trasladado de un hospital a otro decenas de órganos listos para trasplantar, ahorrando la contaminación de un helicóptero y llegando mucho más rápido.
En la misma línea, algunos países europeos están empleando drones para transportar desfibriladores externos automáticos, eliminando así la contaminación de una ambulancia, aminorando el tiempo de respuesta ante un infarto y disminuyendo las secuelas que pueda sufrir el paciente.