Un programa como ‘First Dates’ ha demostrado que la máxima de «los polos opuestos se atraen» no siempre se cumple. A lo largo del último año, el restaurante de Cuatro, con Carlos Sobera como maestro de ceremonias, ha sido el escenario donde multitud de comensales han protagonizado algunas de las citas más desastrosas de la historia, de esas que te quitan para siempre las ganas de relacionarte con alguien. En las siguientes líneas te vamos a recordar algunas de las más surrealistas que se han dado.
Gustos diferentes en ‘First Dates’
Una de esas citas de ‘First Dates’ que se recuerdan fue la de Emmanuele y Krystian. El primero era un italiano de 26 años que buscaba un chico con el que compartir los diferentes gustos por la moda y la cultura que tenía. En el restaurante se vio con un joven de Manresa de 29 años, que nada tenía que ver con él. Emmanuele, que solo le gustan grandes urbes, tragró saliva porque jamás se habría imaginado que un chico gay tuviera a Manson entre sus cantantes favoritos, pero a Krystian no le desagradó que su cita fuera fan de Ariana Grande. Se dieron cuenta que no tenían nada en común, pero optaron por quedar de nuevo.
La gasolina frustra una cita de ‘First Dates’
Otro caso llamativo en el programa ‘First Dates’ lo protagonizaron Jezabel y Aleix. Ella estaba muy interesada en no volver a trabajar y aun así poder vivir sin problemas. Él, un «mierduber» y «hippie en retirada«. Lo que parecían ser dos personas destinadas a encontrarse, resultó en dos momentos que sus vidas eran muy distintas. Aleix quiso hacerle ver a Jezabel que los viajes en caravana están muy bien, pero la gasolina había que pagarla. No hubo manera de reconducir la cita.
El «taxista de orgías»
Sin duda, una de las noches más recordadas en ‘First Dates’ fue la protagonizada por David, que dijo ser más conocido como el ‘taxista de las orgías’. De origen sevillano, su cita María le prejuzgó como un golfo que se sentía más español que los demás. Curiosamente, nada más lejos de la realidad, como quedaría demostrado al final. Y es que a pesar de que hubo cierta buena sintonía en el programa, era María la que en su pasado había sido infiel a su pareja, era de derechas y una apasionada de los vinos.
Las enfermeras son infieles
Un caso llamativo fue la cita de ‘First Dates’ entre Mónica y Emilio, para quienes se queda corto lo de polos opuestos. Y es que sin apenas conocerse, desde el principio volaron los cuchillos sobre la mesa, con interpretaciones demasiado rápidas. En el caso de Emilio, al saber que Mónica era enfermera, dio por hecho que era alguien infiel. Además, acabó confesando a su cita que no creía que el amor pudiera dudar. A ella le indignó muchísimo que él dijera que no se podía buscar el amor por la noche porque la gente iba a lo que iba.
Sexo en la iglesia
La cita de Rost e Isa en ‘First Dates’ era un desastre desde el principio, se aburrían hasta que empezaron a hablar de sexo. Ella no dudó ni un momento en confesar a su compañero de cena que había estado con chicos y con chicas y que había mantenido relaciones con varias personas a la vez, y él le dijo: «Eso es de, ¿cómo se llama? ¿Ninfomática?«. Ella le corrigió y aseguró que no era ninfómana, y Rost le reveló que había hecho el amor en una iglesia, lo que parece que le gustó a ella, «¡Qué guay, eres un cerdo, un pervertido! ¡Me encanta!«. Cada uno se fue por su lado.
«Te voy a partir la cara»
Una cita de ‘First Dates‘ que estuvo a punto de terminar muy mal fue la de Jonathan y Patricia. Ella, de 19 años, advirtió al llegar a Sobera la facilidad que tenía para enfadarse y para decir todo aquello que le parecía mal. Al principio todo pareció ir normal, pero al discrepar sobre el color de la bebida ella le dijo «cuando llevo razón, la llevo; y no quieran darme la vuelta a la tortilla porque no«. El chico quiso relajar el ambiente con una broma, asegurando que iba a regalarle unas gafas, pero eso fue peor y Patricia le soltó un «¿Tú eres gilipollas?» y después «te voy a partir la cara, conmigo no te pases ni un pelo». Él, lógico, no quiso conocerla más.