Si buscas una receta rica y sabrosa, la lasaña de calabacín será tu opción. Por lo general este plato suele llenar mucho y quizás sea ese aspecto el que hace que muchas veces nos genere dudas su ingesta, por lo que hemos intentado que sea más ligera y sana, y para ello la vamos a preparar, como vas a ver en las siguientes líneas, sin bechamel ni pasta, solo con verduras, carne y un suave gratinado de queso. Para los que precisamente incluyen pocas verduras en su dieta habitual es una forma agradable de tomarlas y que tu cuerpo lo agradezca.
Ingredientes de la lasaña de calabacín
Para hacer esta receta de lasaña de calabacín apenas vas a necesitar como ingredientes 3 calabacines medianos, 1 kilogramo de carne picada de mezcla (ternera y cerdo a ser posible), una cebolla, un chorrito de vino blanco, un bote de salsa de tomate, queso rallado al gusto, sal, pimienta y aceite de oliva. Como se ve, quitando los dos primeros elementos, que es de suponer que deberás ir a un mercado a adquirirlos, el resto los sueles tener en tu casa y no vas a tardar mucho tiempo en prepararlos. Eso sin contar que es un plato muy económico.
Cómo preparar lasaña de calabacín
Una vez que tengamos los ingredientes para la lasaña de calabacín lo primero que tendremos que hacer será lavar muy bien los calabacines. Después hay que secarlos y se cortan a continuación en láminas de grosor medio (hay que tener en cuenta que, al cocinarlo, el calabacín se reduce considerablemente). El siguiente paso será salar las láminas y colocarlas en un escurre verduras para que suelte el agua que tiene. Hay que dejarlo allí unos 10 ó 15 minutos, y mientras podemos ir preparando el relleno para la lasaña.
Preparar la carne
Para ese relleno de la lasaña de calabacín hay que pelar la cebolla y cortarla muy fina. Se pone a pochar en una sartén con aceite caliente y se añade una pizca de sal y se pocha a fuego suave, hasta que esté tierna y transparente. En ese instante se añade la carne picada, se salpimienta al gusto, se sube un poco el fuego y se deja cocinar, moviendo, hasta que cambie de color. Se riega ahora con un chorrito de vino blanco y se pone a fuego fuerte hasta que se evapore el alcohol.
Preparar las láminas
Para que la carne de la lasaña de calabacín coja más sabor se incorporan unas cucharadas de salsa de tomate, se mueven y se deja un par de minutos más cocinando. Se comprueba el punto de sazón, se retira del fuego y se reserva. Una vez que las láminas de calabacín ya hayan sudado, hay que secarlas bien con papel absorbente y después las vamos a saltear en una plancha o en una sartén antiadherente, con unas gotas de aceite, hasta que queden tiernas y ligeramente doradas.
Cómo finalizar la receta
Solo nos quedaría ya montar la lasaña de calabacín. Para ello se cubre una fuente apta para horno con una capa de salsa de tomate. Se colocan sobre ella láminas de calabacín, procurando que no queden espacios entre ellas, se reparte sobre el mismo la mitad del preparado de carne que habíamos cocinado y se añade queso rallado al gusto. Se cubre con una nueva capa de láminas de calabacín, el resto de la carne y una capa de tomate frito, y se termina con una última capa de láminas de calabacín y queso rallado. Se mete al horno, función gratinador, hasta que el queso esté fundido y dorado a nuestro gusto.
Algunos consejos de la receta
Esta receta de lasaña de calabacín, como ocurre con la mayoría, siempre hay algunos consejos adicionales con los que se puede mejorar la misma. Las cantidades que hemos puesto son para una fuente grande, por lo que dan de sobra para una comida de plato único para cuatro personas y quedaría aún la mitad para congelar, porque una de las ventajas que tiene este plato es que congela perfectamente, así que podemos prepararla de una sola vez y dejar guardada una parte en el congelador para cuando la necesitemos. Pero, por supuesto, puedes adaptar las cantidades a tu gusto y hacer una fuente más pequeña, por ejemplo con la mitad de los ingredientes que te he indicado.