Jorge Javier Vázquez se enfrenta cara a cara al dolor de la pérdida

Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez, detrás de esa fachada de ser imbatible, lo cierto es que esconde a un hombre que ha tenido que esperar hasta sus 52 años de vida para aceptarse tal y como es. Un vacío existencial que ni la fama ni el reconocimiento profesional han sido capaces de mitigar. Porque si de algo necesitamos para vivir es precisamente del amor propio que, en ocasiones, tanto se nos resiste. Y es entonces, cuando la vida te zarandea por la pérdida de un ser querido, el momento de reaccionar ante la fugacidad de nuestra existencia.

Antes del olvido, el último libro del presentador de Sálvame que vio la luz ayer miércoles 9 de noviembre, es precisamente una oda al amor más desinteresado y el agradecimiento a una amiga que le supo mostrar que detrás de todo dolor alberga un camino de esperanza. Su adorada Mila Ximénez se marchó demasiado pronto, dejándole a la deriva, aunque afortunadamente también le ayudó con su ejemplo a reconciliarse con su pasado. Un viaje que emprendieron juntos y que un 23 de junio de 2021 se detuvo, pero que seguramente en otras vidas continuarán exprimiendo.

Jorge Javier Vázquez: «Sentí que el alcohol me controlaba»

Jorge Javier Vázquez
Jorge Javier Vázquez estrenó ayer 9 de noviembre su último libro ‘Antes del olvido’ | Fuente: Gtres

>Jorge Javier Vázquez, con motivo de la publicación de su último libro Antes del olvido ayer miércoles 9 de noviembre, protagonizó la portada de la revista Lecturas con una de las entrevistas más sinceras y desgarradoras que hemos podido leer del presentador en los últimos tiempos. El de Badalona se abrió en canal para contar el antes y el después que supuso en su vida la pérdida de su gran amiga Mila Ximénez.

Un vacío irremplazable para el conductor de Sálvame Diario que, tal y como él mismo reconoce abiertamente, le dejó completamente bloqueado. Pero haciendo gala del arrojo y valentía a los que nos tiene acostumbrados, Jorge Javier Vázquez ha querido ir mucho más allá asumiendo su grave problema con el alcohol.

«Yo durante muchos años de mi vida me he preguntado si era alcohólico. A mí nunca me ha sentado bien el alcohol y, sin embargo, ha sido mi compañero de vida durante muchos años […] Llegó un momento en que ya no me sentaba bien y sentía que no lo controlaba, que me controlaba él. Ahora, por prescripción facultativa de mi psicóloga, Silvia, estoy en un periodo de no beber y me he dado cuenta de que he vivido muy atemorizado por culpa del alcohol, porque yo dejaba de ir a muchos sitios por miedo a perder los papeles».

Una vida al filo del abismo marcada por su dependencia al alcohol, que tras el fallecimiento de Mila Ximénez le hizo replantearse seriamente un cambio de rumbo. «Para mí, por ejemplo, ahora que no bebo y que llevo una vida totalmente de abstemio, he ganado en libertad. Me siento mucho más libre, que es una sensación que hacía muchísimo tiempo que no tenía. Muchísimo. Estoy empezando a hacer cosas que no hacía: quedando con gente a cenar, salir de casa sin temores. Y me siento muy feliz de haber ido a un centro de adicciones por mi propio pie», confiesa Jorge Javier Vázquez.

Jorge Javier Vázquez recibe una llamada muy especial

>Sin duda, la tarde que ayer vivió Jorge Javier Vázquez, con motivo de la presentación de su nuevo libro Antes del olvido, fue mágica y un recuerdo que jamás podrá borrar de su mente. Y es que, queridos Cotillas, en un lugar tan emblemático como el gran escenario del Teatro Nuevo Alcalá de Madrid, el presentador de televisión estuvo acompañado de grandes amigas y compañeras de profesión como Lydia Lozano, María Patiño, Terelu Campos y Rocío Carrasco, entre muchos otros rostros conocidos.

Pero el momento más especial para el catalán aún estaba por llegar y se produjo en el tramo final de Sálvame Diario. Al otro lado del teléfono, en riguroso directo, una emocionada y agradecida Alba Santana llamaba para felicitar a Jorge Javier Vázquez. Inevitablemente el presentador no pudo contener las lágrimas y terminó por derrumbarse al escuchar a la hija de su gran amiga Mila Ximénez.

«Me emociona hablar contigo hoy, porque sé lo importante que eras para mi madre […] Me gustará tener ese libro para que mis hijos sepan cómo era su abuela. Cuando mis hijos sean más mayores les leeré el libro. Esa es la herencia que me han dejado mis padres, es la huella que han dejado en la gente que les han querido».

Una conversación que, pese al dolor que ambos sienten por la pérdida de la que fuera periodista y colaboradora, guardaba detrás un profundo cariño y admiración mutuos. Antes de despedirse, Alba quiso dar las gracias a «todas esas personas que me acompañan en el duelo y me reconforta y me produce orgullo el bonito recuerdo que tienen de ella».