Si es bueno o malo lavarse el pelo con frecuencia es una de esas dudas que nadie se atreve a resolver a ciencia cierta. Para unos expertos es una cosa y para otros lo contrario. Determinar la frecuencia adecuada de lavado que conviene a cada cabello es una cuestión clave para asegurar una limpieza óptima dado que esto no solo repercute en la apariencia del pelo sino, y lo que es más importante, en su salud. Ahora parece ser que la «ciencia» dice que el cabello debe ser lavado «cuando éste lo pida», lo que exige saber identificar bien las necesidades.
¿Es malo lavarse el pelo a diario?
«Lavarse el pelo diariamente no debe suponer un problema si se usan los productos adecuados. Todo depende de las particularidades de cada tipo de cabello. En general se suele indicar que un cabello muy graso debe de lavarse con mayor frecuencia que un cabello seco». Estas palabras de Aurora Garre, Medical Marketing Manager de ISDIN, coinciden con las de los expertos, que insisten en la importancia de desmitificar el concepto de «limpieza excesiva» y de que cuanto más se lave el pelo más cae.
Salud del pelo
Tradicionalmente se ha dicho que lavar el pelo mucho puede llegar a eliminar la barrera protectora natural de nuestro cuero cabelludo y, por el contrario, una escasa limpieza puede interferir en su salud, pues se acumula mayor cantidad de grasa, polvo o partículas contaminantes. Garre cree que esas preocupaciones relacionadas con la limpieza excesiva «son infundadas tanto objetiva como subjetivamente», e incluso precisa que «en una publicación de este mismo año se observa como el grado de satisfacción con el estado del pelo y del cuero cabelludo se alcanza tras lavarse el pelo 5-6 veces a la semana».
La frecuencia ideal
Otros estudios sobre la salud del pelo, según Garre, también han concluido que una mayor frecuencia en el lavado es «beneficiosa y preferible que una menor frecuencia en el lavado». En una línea similar, Rocío Gil, dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capital del Grupo Pedro Jaén, ha señalado que «lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo». Únicamente puede ser perjudicial esta pauta en caso de cabellos muy quebradizos o dañados por tratamientos con calor, decoloración u otros químicos, o en casos de cuero cabelludos sensibles e irritables por los champús.
Cómo cuidarlo bien
En definitiva, el pelo, según los dermatólogos, debe ser lavado cuando éste «lo pida», hay que adaptar la higiene capilar a las necesidades de cada caso y, sobre todo, evitando el uso de productos agresivos o que perjudiquen al cuero cabelludo. Los ingredientes presentes en la composición de los champús son los tensioactivos, que actúan arrastrando el exceso de sebo, polvo y otras partículas. Dependiendo del tipo de tensioactivos tendremos champús más o menos suaves y respetuosos con la fibra capilar. Cuestión muy importante es realizar un buen aclarado para eliminar todos los restos de estos ingredientes.
Consejos caseros
Al margen de lavar el pelo mucho o poco, también puedes ayudar a que no se deteriore con consejos caseros como un enjuague capilar con licor de manzana, que se utiliza para equilibrar los niveles de pH, aportando brillo y eliminando efectivamente la caspa, según estudios. La fermentación de los azúcares de la manzana aportan vitaminas y reavivan el tejido muerto del cuero cabelludo. Otro sería aplicar un aceite de almendras porque fortalece el cabello combatiendo la resequedad, y además previene su caída nutriéndolo desde la raíz hasta las puntas. Expertos también dicen que la mayonesa funciona como revitalizador del cabello, devolviendo el brillo perdido, la humedad y su movimiento natural.
Efectos de la suciedad
Los efectos se la suciedad en el pelo son mayor sequedad, pérdida de luminosidad, cutículas abiertas y encrespamiento. Los factores externos como la polución o las partículas contaminantes pueden llegar a provocar una alteración del cabello que provoca incluso la caída capilar, sin olvidar la descamación natural o secundaria a enfermedades específicas del cuero cabelludo, como psoriasis o dermatitis seborreica, entre otras, o la producción de un exceso de grasa. Estas situaciones se agravan por la proliferación de determinadas bacterias que empeoran la sensación de pelo sucio.
Método para limpiarlo
Además, no basta con lavarse el pelo con la frecuencia indicada sino que es necesario seguir un método adecuado. Los expertos recomiendan lo primero desenredarlo cuando esté mojado, porque el pelo es más frágil cuando está seco. Luego, lavarlo con agua templada no excesivamente caliente, ya que puede debilitar y/o irritar el cuero cabelludo, además de estimular las glándulas sebáceas, y después aplicar el champú en la raíz del pelo, principalmente en la parte superior de la cabeza, hacer hincapié en la zona posterior y la zona retroauricular.