Corinna Larsen, la que fuera amante del rey emérito Juan Carlos I, está dispuesta a contar toda la verdad sobre la relación que mantuvo con el monarca español entre los años 2004 y 2009. Y es que, queridos Cotillas, coincidiendo con el día de la vista en las Cortes de Apelaciones del Tribunal Superior del Reino Unido y Gales por la demanda de supuesto acoso al padre de Felipe VI, la empresaria está en el punto de mira de los medios internacionales tras la emisión de los dos primeros episodios del podcast Corinna y el Rey.
Una extendida versión del affaire que ha mantenido en tensión a la familia real española en los últimos años, que aborda desde los primeros encuentros entre la socialité y el Rey, pasando por las dotes amatorias y habilidades del Emérito con las mujeres, hasta recordar el momento más doloroso, traumático y tormentoso para don Juan Carlos que a sus 84 años aún le persigue. En Cotilleo.es conocemos todos los detalles del polémico testimonio de la empresaria y os lo contamos con todo lujo de detalles.
Corinna Larsen: la esposa ilegítima del rey Juan Carlos
>«Cuando me llaman la amante, no describen la profundidad y la amplitud de la relación que mantuve con Juan Carlos. Nunca me había sentido tan vinculada con nadie como con el rey de España. En mi corazón, él era mi marido», así ha definido Corinna Larsen su relación clandestina con el rey Juan Carlos I en las dos primeras entregas de su podcast Corinna y el Rey, que ha visto la luz hoy lunes 7 de noviembre.
Un testimonio de lo más revelador que sitúa nuevamente al rey Emérito en el centro de los escándalos que afectan de forma directa a la familia real española. La empresaria desvela que el padre de Felipe VI y ella se conocieron por primera vez en una cacería organizada en Sierra Morena, a la que la socialité asistió como invitada.
«El Rey de España ha pedido que te sientes con él. Tiene un problema con un arma y le gustaría hablar contigo». Una petición de don Juan Carlos que, tal y como Corinna Larsen relata, no dudó en aceptar: «Por supuesto, accedí. Cambiamos de sitio y me senté a su lado… Creo que le gustó el hecho de que pudiera explicárselo y pudiera ayudarle a arreglarlo».
Y así, queridos Cotillas, fue como se fraguó lo que con el transcurrir de los años se convirtió en un secreto a voces para la realeza española. La relación entre una aristócrata alemana y el entonces monarca de nuestro país, al que ella misma define como un hombre «muy amigo de las mujeres, muy abierto, jovial, jocoso,…», además de considerarle una persona «muy amable».
Juan Carlos I: un legado tras sí que ensombrece a la Corona
>Ni si quiera con su decisión de marcharse a los Emiratos Árabes Unidos, a principios de agosto del año 2020, don Juan Carlos ha logrado silenciar a todos aquellos detractores del monarca que han aireado su pasado más oscuro. Precisamente Corinna Larsen, con su clara disposición a contarlo absolutamente todo, ha llegado a convertirse en uno de ellos.
Una auténtica pesadilla para el Emérito sin resolver, ya que el soberano se enfrenta a un juicio tras la denuncia por acoso interpuesta por la aristócrata alemana. Y es que, queridos Cotillas, nada ni nadie ha podido frenar el revelador testimonio y comprar el silencio de la polémica Corinna Larsen.
Tal fue la complicidad existente entre el monarca y la empresaria, que el rey Juan Carlos I llegó a confesarle uno de los episodios más traumáticos de su vida. El Rey tuvo que hacer frente a la trágica muerte de su hermano, el infante Alfonso. Fue precisamente el Emérito quien accidentalmente disparó un arma y provocó el funesto desenlace.
«Hay una zona muy gris en la historia. Sea lo que sea a lo que estaban jugando, él cargó el arma. Creo que la culpa permanece en su alma y en su mente. La primera reacción de su padre fue preguntarle: ¡Dime que no lo has hecho a propósito!», confesaba la socialité en su podcast.
«Llegaba de sus viajes con bolsas llenas de dinero en efectivo. Le veía regresar de viaje y estaba feliz, como un niño de cinco años. Volvía con bolsas de dinero y yo le preguntaba: ¿Qué es eso? Me respondía: ‘Es de mis amigos’. Me da la sensación de que era una situación muy habitual […] No siempre aparece en sus cuentas bancarias. Las autoridades fiscales no encuentran nada ahí. Si le hacía alguna pregunta, me decía: ay, eres tan dramática. No entiendes cómo funciona España. No, claramente no lo entendía».