Esta madrugada se cumplen dos semanas desde que Kiko Rivera sufrió el mayor susto de su vida. Un ictus del que lucha por recuperarse alejado del foco mediático. En Cotilleo.es fuimos los primeros en informar y ahora hemos conseguido nuevos datos. El lunes 24 de octubre abandonó el hospital. Desde entonces permanece encerrado en su casa de Castilleja de la Cuesta y no hemos vuelto a verle. Pero este medio ha llegado más lejos. Sabemos que una periodista de Telecinco asegura que no está haciendo la rehabilitación.
Tal y como el hijo de Isabel Pantoja ha confesado en una de sus escasas publicaciones, toca empezar de nuevo y cuidarse. Desterrando hábitos nocivos como las grasas, los azúcares o el tabaco. Además, los médicos le han aconsejado que dé paseos y empiece de inmediato la rehabilitación para no arrastrar ninguna secuela del ictus, que le habría afectado a una de sus extremidades y le habría provocado una parálisis facial en el lado izquierdo.
Según Marisa Martín-Blázquez no está haciendo caso a los consejos médicos. Irene está ejerciendo de líder de la situación y ha aclarado lo que está sucediendo en su familia para que no haya más dudas. Lo Primordial para ella es que sus hijas pequeñas no se informen a través de noticias que no se corresponden con la realidad porque es una situación bastante delicada
Irene Rosales desmiente a Telecinco
>Kiko estaría haciendo caso omiso de las recomendaciones médicas y como sostiene Marisa Martín Blázquez, esto habría provocado varios roces entre el Dj e Irene Rosales. Según la colaboradora de El programa de AR, el hermano de Cayetano Rivera sí estaría intentando dejar de fumar. Pero no estaría cuidando su dieta ni haciendo el ejercicio físico que le han mandado para recuperarse, por lo que su mujer estaría muy preocupada por él.
Una información que ahora la sevillana desmiente, asegurando que Kiko está bien y la rehabilitación va «poco a poco pero muy bien». No se ha quedado ahí. Ha seguido hablando. «Está siguiendo las pautas. No sé de dónde sacaron que yo dije que no estaba haciendo la rehabilitación bien. Os puedo asegurar que está haciéndola muy bien y además desde el principio», ha sentenciado. ¿Qué piensa hacer después de las últimas insinuaciones? Tiene claro que el movimiento se demuestra andando, por eso no perderá el tiempo en enfrentamientos.
Además, y sin ocultar su sorpresa, ha desmentido que haya tenido roces con Kiko Rivera por este motivo: «¿Qué yo estaba enfadada con mi marido? Qué va, que va. Vamos por Dios, no, no, al revés. Está todo muy bien». Respecto a su comentadísimo estallido en redes sociales sobrepasada por la presión mediática, Irene explica que sus lágrimas se debieron a que era «un día un poquito señalado». ¿Recuerdan por qué perdió el norte?
Irene Rosales no se siente respetada
>Irene Rosales estalló el 31 de octubre, un día en el que Isabel Pantoja tuvo muy presente a Kiko al incluir su nombre en el ramo de flores que envió a la tumba de Paquirri. Un gesto que la mujer de Kiko no ha querido valorar, aunque sí ha asegurado que está «todo muy bien» con la tonadillera.
La antigua colaboradora de Telecinco ha aprendido la lección y sabe que hablar en su familia política no le trae más que problemas. Irene es consciente de que la situación es bastante complicada y prefiere no sacar a la luz ningún detalle escabroso para no tener más conflictos. Isabel Pantoja está pendiente del estado de salud de Kiko Rivera, a pesar de que su vínculo con él todavía siga muy distante. Nada queda del amor que se tenían en el pasado. Actualmente no hay más que reproches.
Irene Rosales vivió un momento bastante turbulento porque fue a visitar a sus padres al cementerio y a la salida se encontró a una legión de reporteros. Recuerda es siempre atiende educadamente a todos los que le preguntan, pero promete que no tiene tanta paciencia como llevar el peso de la fama en un momento tan complicado. Ha recordado que sale muy afectada de visitar a su familia y que no tiene fuerza para enfrentarse a una realidad que es retransmitida por todos los medios de comunicación. La colaboradora está cansada de dar explicaciones y quiere que respeten su vida privada porque ahora no forma parte de la prensa del corazón.
Los periodistas que son más duros con Irene le han recordado que el negocio no funciona como ella quiere. Tiene que atenerse a las consecuencias y entender que su marido ha vendido muchos conflictos familiares en las portadas de las revistas. Así que no le queda más remedio que ser pacientes y responder a todas las dudas de la prensa porque es esa prensa la que le va a pagar el dinero de su próximo sueldo. Según han demostrado en Telecinco, Kiko tiene un poco apartada su trayectoria musical y vive casi al 100% de vender su intimidad en los platós.