Mercadona sorprendía a todo el mundo el pasado mes de septiembre al anunciar que había tomado una drástica decisión que alteraría la manera en la que conocemos una de sus secciones. Y es que la cadena de supermercados anunciaba su intención de dejar de elaborar diariamente pan en su sección de horno. En ese momento muchos aseguraban que tal medida les es indiferente mientras, eso si no se tocara el pan de centeno de la cadena. ¿Qué por qué ese interés por uno en concreto? En las siguientes líneas vamos a descubrir la razón.
El adiós al pan de Mercadona
Lo que pretendía Mercadona con tan drástica decisión de dejar de hacer diariamente pan no era otra cosa que ir dejando progresivamente este proceso, el único que la empresa fabrica de forma propia en las diferentes líneas existentes en los almacenes de ocho bloques logísticos. Sin embargo, la compañía de Juan Roig insistió en que este cierre progresivo no afectaría realmente a las 650 personas que trabajan en ellos, que iban a ser reubicadas. La idea era la incorporación progresiva de proveedores locales a sus establecimientos, tarea que quería reforzar para que fueran especialistas localess los que elaboren este producto.
El pan estrella de Mercadona
Pese a ello, el pan de centeno de Mercadona tiene muchos adeptos, y por eso les preocupó sobre manera a todos ellos el posible adiós al mismo. En concreto, el de centeno triunfa entre aquellos clientes que buscan cuidarse por su alto contenido en fibra y proteína. Para ellos sí que sería un problema el quedarse sin él, sobre todo hasta que encuentren un sustituto igual que les puedan aportar esos proveedores locales con los que se pretende «optimizar los procesos de fabricación para generar más eficiencia y rentabilidad», según dice la propia compañía.
Quién lo fabrica
Este pan de Mercadona, la chapata de cristal, mini 6 cereales y el pan de centeno, entre otras variedades panaderas de la cadena, lo elabora Panamar Bakery Group, especializada en la fabricación y distribución de pan precocido, bollería y pastelería congelada, y que cuenta con una planta en Vilamalla (Alt Empordà, Girona). También fabrica en Comunidad Valenciana, Madrid, Cantabria y Palencia. La empresa, con sede en València, produce 319 kilos de productos al año y emplea a 2.300 personas. Tiene una facturación de 325 millones de euros en ventas y cuenta con varias marcas: Panamar, Cobopa, Pacfren y Panusa.
El pan más saludable
Desde hace algún tiempo, Mercadona tiene en sus lineales de alimentación unas bolsas con seis panecillos 100 por cien integrales, a un precio de 0,80 céntimos, que son considerados como los más saludables de todos los que vende, ya que «reduce el riesgo de sobrepeso y problemas metabólicos en comparación con los panes convencionales». Están elaborados con harina integral de trigo, agua, aceite de girasol, levadura, sal, masa madre de trigo integral inactiva, gluten de trigo, un emulgente y un antioxidante.
La harina integral
El éxito de este producto de Mercadona se debe a la harina integral, que es más beneficiosa para el organismo que las harinas refinadas. Ello se deba a que al conservar la cáscara del grano y su salvado, que es lo que le otorga su reconocible tonalidad parduzca, conserva la mayor parte de la fibra alimentaria que se pierde durante el proceso de refinado. Este nutriente fundamental tiende a faltar con peligrosa frecuencia en la denominada «dieta occidental» prevalente en nuestro país. Esta carencia daña nuestra microbiota, la comunidad de bacterias que habita en nuestro tracto gastrointestinal y que la usa de «combustible» para regular múltiples aspectos.
Hidratos que son carbohidratos
En estos panecillos que vende Mercadona los hidratos de carbono del pan integral son considerados carbohidratos complejos en lugar de carbohidratos simples, por eso tardan más en metabolizarse como azúcares en el intestino delgado, lo que evita el pico glucémico que dispara los niveles de glucemia en sangre, algo que si hacen los carbohidratos simples, ya que atraviesan con mayor facilidad las barreras intestinales. Esto acelera el aumento de peso y el riesgo de sufrir diabetes. Cien gramos de este pan aportan 250 kilocalorías por unos 4 gramos de grasa, 41 de carbohidratos -pero solo 1,5 g de azúcar- y7,8 gramos de fibra de los 25-30 gramos que debería consumir un adulto a diario. La duda es si se seguirá vendiendo.
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