Chelo García-Cortés puede presumir de ser uno de los referentes más importantes en la crónica social de nuestro país. Un reconocimiento que se ha ganado a pulso por su esfuerzo, su innegable vocación periodística y su gran capacidad de conectar con el otro. Todo un legado de vida con sus luces y sus sombras que, desde el jueves queridos Cotillas, se ha convertido en vuestro. La vida de una mujer con una fortaleza envidiable, libre de corsés que la opriman y capaz de amar sin medidas. Siete décadas librando batallas que ha querido recoger en sus memorias Sin etiquetas, de la mano de la editorial Plaza & Janés, y que el pasado jueves por la noche presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid rodeada de las personas que han acompañado a la periodista en este apasionante camino.
Pero, en ocasiones, la vida es tan impredecible que te rompe los esquemas a su antojo. Y es que, queridos Cotillas, lo que prometía ser una noche mágica y emotiva para Chelo García-Cortés, se tornó en incertidumbre por la inesperada caída de una prima de la periodista por las escaleras. Un difícil momento que mantuvo a la colaboradora de Sálvame Diario en tensión, hasta que los servicios sanitarios finalmente pudieron trasladarla al hospital. Eso sí, afortunadamente todo quedó en un susto y no se dieron males mayores. Seguramente, la espera más angustiosa para la gallega, que se tuvo que ver obligada a retrasar la presentación de su libro media hora. Aunque, querida Chelo, todo lo bueno se hace rogar y finalmente pudiste brillar con luz propia. En Cotilleo pudimos corroborarlo y os lo contamos a continuación.
Chelo García-Cortés marcada por la pérdida de su madre
>Chelo García-Cortés es ejemplar en muchos aspectos de su vida pero, sin duda, el doloroso testimonio de la periodista sobre el inesperado suicidio de su madre fue un claro protagonista en la noche del jueves. Y es que, para la colaboradora de Telecinco, no ha sido precisamente fácil tener que vivir y enfrentarse al mundo con la ausencia de su figura materna. Recuerdos de un pasado en blanco y negro que siempre vuelven, que creía ya superados y que inevitablemente ha tenido que revivir para contar su historia. Un durísimo trance, para la que por aquel entonces era tan solo una niña con millones de sueños por alcanzar, del que supuestamente se había desprendido tras su paso por Supervivientes 2019, pero que ha tenido que rescatar para así poder contarnos sus memorias. Un dolor e impotencia difíciles de superar, porque el vacío que deja una madre jamás podrá ser reemplazado.
Aunque si de algo presume Chelo García-Cortés es de haber tenido un padre nada convencional para la época que le tocó vivir. Y es que, a sus 70 años de edad, la periodista ha pasado lo inimaginable en una infancia y una adolescencia absolutamente rotas por las difíciles circunstancias que le tocaron vivir. Si para la gallega es traumático tener que recordar las dificultades que les puso la Iglesia Católica para poder enterrar dignamente a su madre en el cementerio, cómo tuvo que ser para su progenitor lidiar con el estigma de la sociedad que consideraba a su mujer una «pecadora» por haberse quitado la vida. Años, a caballo entre Ourense y Madrid, de incontables ingresos que no pudieron frenar el deterioro y posterior desenlace de su madre.
Un delicado asunto, el de la salud mental, que hoy se ha llegado a convertir en una realidad más de entre las muchas otras que asolan a la sociedad. Pero que, desafortunadamente, en aquel momento era una vergüenza reconocer abiertamente en público. Aunque, pese a los avances que hemos logrado en pleno 2022, Chelo García-Cortés quiso poner en valor la importancia de abordar dicha problemática con todos aquellos jóvenes que pierden las ganas de seguir viviendo.
Chelo García-Cortés y los tres grandes amores de su vida
>Si algo podemos deciros, queridos Cotillas, es que la gran noche de Chelo García-Cortés dio para un libro. Y es que, a los momentos de extrema dureza hay que sumarle otros tantos de risas. Aunque si tenemos que destacar algo es la gran lección de sabiduría que nos brindó la colaboradora de televisión. Arropada por todos los allí presentes, además de estar acompañada de grandes amigas como Bárbara Rey, Carlota Corredera o Gema López entre otras muchas, Chelo García-Cortés se abrió en canal y desnudó su alma en cada una de las cuestiones que le formularon tanto Carme Chaparro como Victoria Martín.
Pero, sin duda alguna, el gran protagonista de la noche fue el amor. Y es que, precisamente, Chelo García-Cortés de eso sabe un rato. Una extraordinaria mujer, que se ha hecho a sí misma entre tanta dificultad, con la suficiente valentía para amar libremente y sin etiquetas a quien quisiera. Desde un José Manuel Parada con el que compartió sus efervescentes años de juventud sin miedo a nada, pasando por la gran Bárbara Rey con la que tuvo aquella famosa «noche de amor», hasta llegar a experimentar la plenitud en su vida al lado de su mujer Marta Roca, con la que lleva treinta y tres años juntas. Una Chelo García-Cortés a la que jamás le ha importado gritar a los cuatro vientos de la persona que está enamorada y reconocer abiertamente su bisexualidad, que ha llegado a convertirse, por mucho que le cueste hacerse a la idea, en todo un icono para el colectivo LGBTIQ+ de nuestro país.