Por mucho que el cortarse el pelo no sea ya algo caro, con tantas peluquerías low cost que abundan en nuestras calles, lo cierto es que en estos tiempos que corren cualquier ayuda al presupuesto familiar es bien recibida, y si puedes hacerlo en tu casa, gratis, pues mejor que mejor. Lo cierto es que cada vez nos lanzamos más a realizar nuestros propios tratamientos de belleza desde la comodidad de nuestra casa, ya sea teñirnos el pelo, hacernos uñas de gel e incluso cortarnos el cabello, a pesar de que no seamos unos profesionales en la materia.
Los materiales para cortarte el pelo
Lo del corte de pelo en el hogar es algo que empezó a ponerse de moda en la pandemia, cuando no se podía salir de casa. Mucha gente se animó a cortarse las puntas o a hacerse un flequillo, así que si tú también quieres probar a cortarte el pelo tú misma, antes hay que conocer las pautas que se deben seguir si no queremos que termine en drama la operación. Y antes que nada debes tener el material necesario. Bastaría con unas tijeras específicas para cortar, un peine de púas finas y juntas, un pulverizador para poder humedecer el cabello si preferimos cortar en húmedo, y dos espejos con los que facilitaremos la visión.
Cortar las puntas del pelo
Cortar las puntas del pelo es algo fundamental si queremos tener una melena sana, por loq ue lo recomendable es hacerlo cada dos o tres meses. Para hacerlo en casa lo primero será hacer una raya al medio, con lo que equilibraremos los dos lados del cabello. A continuación se echa todo el cabello hacia delante y se hace una coleta alta que se pone sobre el rostro para facilitar el proceso de cortar. Después, con los dedos se pellizcan las puntas o nos ayudamos con el peine, y se cortan al menos entre dos y tres dedos, teniendo siempre en cuenta que si el cabello está húmedo luego se verá más corto porque en seco se encoge.
Corte a capas
El corte de pelo a capas es uno de los más demandados porque aportan movimiento al cabello y hacen que la melena no se vea tan plana. El primer paso es el de dividir el cabello en dos secciones, así que, usando nuestros dedos los colocamos a la altura de las orejas y realizamos una línea recta hacia la parte de detrás de la cabeza, peinaremos bien la sección superior y la recogemos en una coleta alta que termine cerca de la frente. Después se peina el largo de la misma hacia el rostro, y con los dedos pellizcamos el trozo que vamos a cortar que puede ser de 2 a 3 cm., intentando que sea lo más recto posible. Para la siguiente capa se usa la misma técnica pero realizando una raya recta desde la altura de los ojos hacia atrás y se recoge en una coleta alta hacia la frente.
Corte a flequillo
Para cortar el flequillo de nuestro pelo se precisa un peine de púas finas, con el que peinar perfectamente el cabello y frente al espejo se realiza un triángulo que comenzará desde el punto donde la cabeza comienza a curvarse, pues justo ahí es donde comenzará el flequillo y el ancho de este lo guiaremos con el arco de nuestras cejas o el final, según nos guste más o menos ancho. Una vez ya tenemos la porción de pelo que vamos a usar lo que haremos será peinar bien y mirar cual es el largo que queremos. Hay que tener cuidado de no cortar mucho y coger la porción de pelo, dejarla bien plana y girarla una vez, y el trozo de pelo que hayamos dejado bajo los dedos será el que cortemos.
Shaggy con capas muy marcadas
Y si ya quieres experimentar más con tu pelo puedes probar por cortarlo al estilo shaggy, que fue súper en tendencia en los 70 y que es una media melena (podemos jugar con el largo que más nos interese) con capas muy pequeñas que dotan de volumen la parte superior de la melena. Además, al estar las capas bastante desfiladas, ese volumen está acompañado de mucho movimiento. Apuesta por un flequillo de cortina si todavía quieres darle más volumen a la parte superior.