Rollitos de lenguado: La receta gourmet que solo te llevará media hora

rollitos de lenguado portada

El lenguado es uno de los pescados más bajos en grasa que puedes encontrar en el mercado. Si estas realizando algún tipo de dieta hipocalórica debes tener muy en cuenta la manera de cocinarlo, ya que no es lo mismo cocinarlo al horno o a la plancha que frito.

Su aporte vitamínico no es demasiado alto, aun así destacan vitaminas del grupo B, como la B3 que es la encargada de aumentar el colesterol bueno y ayuda en la prevención de enfermedades cerebrales como el Alzheimer, y la B9, la cual interviene en el desarrollo del sistema nervioso y ayuda en la formación de ácidos nucleicos.

Este pescado es rico en algunos minerales como el fósforo, potasio, magnesio y yodo, sobre todo este último el cual es un mineral un poco complicado de encontrar en la alimentación. También tiene hierro,que ayuda a prevenir anemias ferropénicas.

A la hora de ir a comprar lenguado debes tener en cuenta que sus escamas sean brillantes y que el color del pescado sea vivo. A la hora de cocinarlo lo mejor es apostar por la plancha, aunque también otra opción muy recomendable es el horno y hacerlo al papillote. El papillote es una técnica culinaria en la que los alimentos se envuelven a modo de paquete con o papel vegetal y se meten directamente al horno o plancha. De este modo el pescado se va cociendo lentamente en sus propios jugos, aportando mucho sabor y jugosidad al plato.

Si padeces de dolores intestinales, no es un alimento muy recomendado para ti, ya que dificultan el proceso digestivo.Tampoco son recomendables para personas que tengan problemas con el ácido úrico, con colesterol o problemas de tensión. Cuando vayas a la pescadería a comprarlas debes prestar atención a la unión entre el cuerpo y la cabeza, aunque parezca raro es muy importante, ya que si empieza a tener tonos oscuros es señal de que se está empezando a echar a perder. 

Ingredientes para elaborar rollitos de lenguado

rollitos de lenguado

2 lenguados de 600 g. cada uno.
Sal.
Pimienta.
30 g. mantequilla.
60 g. chalotas.
100 g. champiñones.
1 zanahoria.
1 ramita de tomillo.
6-8 langostinos.
5 tallos de perejil.
100 ml. vino blanco.
Agua para cubrir.
60 g. nata.
15 g. mantequilla.

Para la guarnición:
500 g. de patatas.
1 yema de huevo.
20 g. de queso parmesano.
30 g. de mantequilla.
80 g. de nata.
Sal.
Pimienta.
Nuez moscada.

Paso a paso para elaborar la receta

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Sofreír la chalota en la mantequilla y, cuando esté pochada, añadir las cabezas de los langostinos y las espinas y las cabezas del lenguado. Incorporar el perejil y el vino blanco y dejar cocer unos minutos para que se evapore el alcohol. Añadir el agua y cocinar 10-15 minutos. Colar y reservar el caldo.

Enrollar cada filetito de lenguado con el langostino dentro y pinchar con un palillo para que no se deshagan durante la cocción, colocar en la bandeja de horno. Colocar unas verduritas en la bandeja (chalota, champiñones, zanahoria) y añadir unos dados de mantequilla, unas ramitas de tomillo, el caldo de las cabezas de langostinos y la nata. Hornear durante 8-10 minutos, o hasta que el lenguado esté cocinado.

Sacar del horno y reducir el caldito que nos queda en la bandeja en un cazo al fuego hasta obtener una salsita espesa. Para la guarnición de puré de patata, cocer las patatas, pelarlas, triturarlas, e incorporar la mantequilla y la nata caliente. Añadir sal, pimienta, nuez moscada, las yemas y el queso parmesano. Poner el puré en una manga y colocar sobre el plato de forma decorativa y acabar en el horno. Presentar el plato con los filetitos de lenguado y tapar con la salsa.

Beneficios del pescado

Rollitos de lenguado: La receta gourmet que solo te llevará media hora

El pescado es un alimento básico para una dieta equilibrada. Su ingesta adecuada debe estar alrededor de las 3 o 4 raciones a la semana. Sin embargo, en España tan solo el 25 % de la población respeta esta recomendación. Muchos de los pescados contienen en su piel una de las partes más sabrosas del plato. No obstante, hay mucha gente que afirma que no se come la piel del pez porque puede resultar perjudicial para la salud. Es hora de comprobar si ese mito es verdadero o simplemente una leyenda urbana.

Pues lo cierto es que los beneficios de ingerir la piel del pescado son superiores a los riesgos. Por ello, si cuando te sirven una lubina o un rodaballo optas por retirarle la piel que no sea por este mito que está tan extendido. De hecho, hay muchos casos donde el comensal realiza este gesto de manera automática sin conocer realmente el motivo de por qué lo hace. 

Siempre se ha comentado que la piel del pescado contiene unas altas cantidades de mercurio. Es verdad que estos animales tienen trazas de mercurio en su interior, pero estas no solo se acumulan en la piel, sino que están repartidas por todo el organismo. Además, habría que comer una cantidad ingente de pescado para que este mercurio nos resultara perjudicial. Con lavar la pieza que vayamos a cocinar es suficiente, cosa en muchas ocasiones es realizada por el dependiente en la propia pescadería. 

Un punto a favor de conservar la piel del pescado es que puede dar un toque diferente a tus platos. Empleando técnicas para dejarla crujiente y que el pez no se desmigaje al cocinarlo. No hay que tratarla como un residuo, aunque esta sea la creencia popular. Es más, como la piel no pierde líquidos al cocinarla, contribuye a que el pescado tampoco pierda nutrientes en el proceso de preparación. Así se mantiene el Omega 3 lo que ayuda a que nuestro cuerpo retenga menos cantidad de grasa y colesterol.