Los mejillones hace tiempo que forman parte de la cultura gastronómica de España, y no solo se pueden cocinar de mil maneras diferentes, sino que tienen increíbles propiedades. Su principal problema reside en su limpieza pues, a pesar de que limpiar mejillones no es muy complicado, hay que saber cómo hacerlo de forma fácil y rápida.
El mejillón que más abunda es el del Mediterráneo, que además es una especie invasora y ha llegado hasta el mar Cantábrico. Sin embargo, el de Galicia es el más conocido y supone el 80% de la producción española. De tal forma que, al igual que te hemos contado cómo limpiar las navajas antes de cocinarlas, te contamos cómo limpiar mejillones correctamente.¡Acompáñanos!
Antes de aprender a limpiar mejillones correctamente, vamos a conocer un poquito mejor este rico molusco tan popular. Los mitílidos, conocidos comúnmente como mejillones o choros, pertenecen a una familia de moluscos bivalvos de gran importancia gastronómicamente hablando.
Estos animales, como otros bivalvos, son filtradores y suelen vivir fijados al sustrato, de dónde obtienen su alimento. Para lograrlo, utilizan una especie de órgano que actúa como un pie: el biso. Este órgano está compuesto por unos filamentos que se enganchan al terreno, como por ejemplo las rocas. De hecho, gracias al biso pueden incluso quedarse enganchados sin moverse cuando hay fuertes corrientes marítimas.
Las valvas son las conchas, y su función es la de proteger al mejillón de ataques exteriores. Antes de ponerte a limpiar mejillones, seguro que has observado que suelen tener parásitos incrustados en la parte externa de las valvas, como las bellotas de mar. Esto no supone ningún problema para el mejillón, pues estos parásitos se alimentan de plancton y solo se adhieren al molusco para vivir, pero no le hacen ningún daño.
Cómo limpiar los mejillones
Lo más importante es sacar la arena de los mejillones para evitar que estropeen tus elaboraciones. Y deshacerte de las llamadas «barbas del mejillón», también conocidas como «el estropajo del mejillón». Unas fibras naturales que segregan algunos moluscos como el mejillón. El mejillón usa esta maraña de hilos para agarrarse a las rocas o a las cuerdas, según seas salvaje o de cultivo.
Sean frescos o congelados, lo primero que debemos hacer al comprar mejillones es descartar aquellos que tengan la concha rota. Si ves que alguno está abierto, intenta cerrarlo con los dedos.
Si vuelven a abrirse, debes descartarlos también. En estos dos casos, podemos encontrarnos con piezas en mal estado o que ya estén muertas que, por supuesto, no sentarán bien a ningún estómago. Una vez tengas tu selección lista, hay que retirar las barbas de los mejillones. Para ello, agárralos con una mano y tira de la barba hacia afuera ayudándote de las manos o de un cuchillo.
Sigue limpiando las adherencias que tiene el mejillón por fuera con un cepillo duro con el que evitaremos dañar la concha, o incluso con un estropajo. Todo dependerá de la importancia que le des a la estética de la concha. Si no la necesitas perfecta, hazlo de la forma más rápida y sencilla, aunque quede algo rallada. En cualquiera de los casos, lo mejor es poner el mejillón debajo del grifo abierto mientras lo limpias para que queden bien lavados, además de limpios de cualquier cosita que tengan pegada a su concha.
Consejos a la hora de limpiarlos
Hay muchos cocineros que no quieren limpiar los mejillones de este modo porque consideran que pierden su auténtico sabor y aroma a mar. Otros, en cambio, defienden que su sabor se encuentra en el interior, de manera que su concha no es tan importante. Lo cierto es que, opiniones a parte, y ante la duda, nosotros os aconsejamos limpiar mejillones correctamente.
Otro consejo a tener en cuenta es la forma en que debemos quitar el biso, es decir, los filamentos que contribuyen a mantenerse adheridos a las rocas. Para hacerlo bien, lo ideal es que te ayudes de un cuchillo y tires con fuerza hacia abajo. Si no lo haces así, podrías acabar dañando la carne del interior.
Ya has comprobado que con estos pasos para limpiar mejillones la tarea será mucho más sencilla, y con la práctica verás como cada vez lo haces más rápido. ¡Porque limpiar mejillones ya no será un problema nunca más!
Beneficios de los mejillones
Antes de enumerar los pasos para limpiar mejillones, no podemos dejar de hablar de sus increíbles beneficios. Por ejemplo, ¿sabías que aproximadamente 15 mejillones tienen la misma cantidad de proteínas que 170 gramos de carne?
Además, también contienen fósforo, selenio, potasio, Omega 3 y vitaminas B12, A y C. Gracias a ello, los mejillones son perfectos para equilibrar la presión arterial, proteger la salud cardiovascular y producir más y mejores glóbulos blancos, fortaleciendo así el sistema inmune.
Pero sin duda, lo más curioso es que los mejillones pueden contribuir a combatir la depresión gracias a su gran aporte de vitamina B12, y solo necesitas ingerir 30 gramos de producto. Y lo mejor de todo, los mejillones son económicos, muy nutritivos y bajos en calorías.