Las lentejas con chorizo o con verduras, es una de las recetas más comunes en nuestro país. Sus ventajas son múltiples, puesto que además de un alimento sano es barato y relativamente sencillo de preparar. Pero, como todo en la cocina, tiene sus complicaciones, sobre todo en lo que respecta a lograr el equilibrio perfecto para que el plato no quede demasiado aguado ni excesivamente seco. El mítico cocinero Karlos Arguiñano ha dado su visión al respecto. Un truco que sin duda pone de manifiesto su gran experiencia entre los fogones.
Durante mucho tiempo las lentejas (y las legumbres en general), han sido un grupo alimentario demonizado por su elevado aporte calórico, al igual que los frutos secos. Sin embargo, con el paso de los años y los nuevos aportes a la ciencia, han pasado a ser alimentos imprescindibles para cualquier dieta equilibrada, incluyendo en las de adelgazamiento.
Las lentejas siempre han sido consideradas como una de las recetas más tradicionales de nuestra cocina, y han formado parte del mito de que como tales eran las más sanas para nuestro organismo. Sin embargo, ese dicho de que eran muy sanas va desapareciendo, quizás por aquello de que los ritmos de vida actuales son distintos, tendiendo más al sedentarismo, por lo que entonces algunas de las bombas calóricas que se metían nuestros abuelos entre pecho y espalda ahora pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Incluso, como vamos a ver a continuación, su ingesta nos podría provocar cáncer.
Como hemos comentado al inicio de este artículo, hay muchas formas de hacer unas lentejas. Al tratarse de un plato tan popular, cada cocinero, profesional o no, tiene su “toque” particular. Más aún los chefs tan reputados como Karlos Arguiñano. Pero aún así, la forma más sencilla es la “clásica” de toda la vida, que incluye los siguientes ingredientes: Lentejas, chorizo, cebolla, zanahoria, ajo, sal, pimentón y laurel. A veces lo más sencillo es lo mejor.
Ingredientes
400 gramos de lentejas
1 chorizo
1 cebolla mediana
1 patata
2 zanahorias
4 dientes de ajo
Agua
Aceite
Sal
Pimienta
Pimentón
Elaboración de las lentejas con chorizo
Ponemos las lentejas en un colador grande y las lavamos bajo el grifo. Cortamos las patatas y las zanahorias en trocitos pequeños, y el chorizo en rodajas. En una olla grande ponemos las lentejas lavadas, el chorizo, los dientes de ajo sin pelar, las patatas y las zanahorias.
Cubrimos con agua. Si nos gustan más espesas, cubrimos todo unos tres dedos por encima de los ingredientes, si las preferimos más claras, echamos más agua. Encendemos el fuego al máximo, y cuando el guiso empiece a hervir bajamos el fuego y lo dejamos cocer destapado.
En una sartén, pochamos una cebolla cortada a trozos pequeños, le añadimos el pimentón, y cuando la cebolla esté dorada la incorporamos a las lentejas. Salpimentamos al gusto, removemos de vez en cuando, y dejamos cocinar unos 45 minutos a fuego lento.
Las lentejas, un plato único en España
Quién no ha deseado de vez en cuando un buen plato de lentejas. O no guarda en su memoria la receta de sus padres o abuelos que saboreaba de niño. Pero es que además de su sabor delicioso, es un alimento muy nutritivo con múltiples beneficios para el organismo. Y que también puede formar parte de ensaladas y purés. A día de hoy es un plato básico de la dieta mediterránea, símbolo de una dieta saludable, equilibrada y nutritiva. Aunque es cierto que son originarias del suroeste asiático, pero fueron pronto acogidas en las cocinas de los griegos y romanos.
Las lentejas destacan por su alto valor energético al tiempo que son un alimento rico en proteínas. Asimismo, son fuente de hidratos de carbono mientras que el contenido en grasas es casi inexistente, por lo que se trata de un alimento idóneo para quienes realizan una alta actividad física, como los deportistas.
Entre las variedades que se encuentran de estas pequeñas semillas redondas destacan la verdina, la pardina, la roja o la azul, entre otras. Además, estas son las únicas legumbres que no necesitan ser remojadas en agua para ser hidratadas. Pero más allá de la elaboración de guisos, las lentejas también son un ingrediente idóneo para la elaboración de ensaladas.
Favorecen el tránsito intestinal. Son ricas en fibra, lo que ayuda a combatir el estreñimiento. Bueno para la anemia. Constituye una buena fuente de hierro por eso son recomendables para las personas que sufren anemia ferropénica. Mejoran el funcionamiento del sistema nervioso. Es un alimento rico en potasio, necesario para el buen funcionamiento de los nervios.
Buenas para las embarazadas. Gracias a su alto contenido en ácido fólico, que previene malformaciones en el feto. Aconsejable para los diabéticos. Gracias a que su consumo reduce los niveles de glucosa en sangre.
Produce beneficios en los músculos, huesos y dientes. Gracias a su alto contenido en fósforo, puesto que aporta el 40% de la cantidad diaria recomendada. Mejora la concentración. Su contenido en hidratos de carbono de lenta absorción proporciona energía para el cerebro.