Carlos III se ha proclamado como el nuevo Rey de Inglaterra en la mañana de este sábado tras una ceremonia celebrada en el Palacio de St. James, siendo televisada por primera vez en la historia una sesión del Consejo de Acceso. Tras el fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II el pasado jueves, su hijo toma el testigo tal y como se esperaba por línea sucesoria.
«Dado que Dios todopoderoso se ha complacido en llamar a su misericordia a nuestra fallecida soberana, la reina Isabel II, de memoria sagrada y gloriosa, la corona de Reino Unido e Irlanda del Norte recae única y legítimamente en el príncipe Carlos» comenzaba diciendo el secretario del Consejo de Acceso.
Así, ha hecho hincapié en que los reunidos durante la sesión han proclamado «con una sola voz» que el príncipe Carlos «se convierta en nuestro único señor«, con lo que ha sido proclamada «rey, jefe de la Commonwealth y defensor de la fe».
«A él reconocemos toda la fe y obediencia con modesto afecto, suplicando al Dios por el que reinan reyes y reinas que bendiga a su majestad con largos y felices años para reinar sobre nosotros. Que Dios salve al rey«, ha zanjado, lo que los presentes han repetido al unísono.
El nuevo Rey de Inglaterra, Carlos II, subrayaba minutos más tarde ser «profundamente consciente de los deberes y enromes responsabilidades» que ha heredado tras el fallecimiento de su madre. Además, ha prometido que: «trabajará para seguir el inspirador ejemplo que se le ha dado a la hora de mantener el gobierno constitucional y buscar la paz, armonía y prosperidad de los pueblos de estas islas, los reinos de la Commonwealth y los territorios de todo el mundo«.
Como se esperaba, ya que en el discurso de ayer ya mencionó a su mujer, el Rey Carlos III le ha dedicado unas palabras a Camilla Parker Bowles y le ha trasladado el agradecimiento por su «constante apoyo».
El monarca ha estado acompañado por la Reina consorte, Camilla Parker Bowles, y el Príncipe Guillermo, ahora Príncipe de Gales. Estos actos han tenido lugar un día después de que Carlos III renovara en su primer discurso a la nación el compromiso de por vida que su madre asumió al ascender al trono y recalcó que cumplirá con sus tareas «durante el tiempo que Dios me mantenga con vida«–, al tiempo que ensalzó la figura histórica de Isabel II.